No cesa la violencia en todo el territorio nacional. En la noche del pasado sábado, 10 de septiembre, se registró una balacera en el municipio de Tumaco. Según el coronel Edwin Orlando Rojas, comandante de la Policía de Nariño, el saldo es de un muerto y otros ocho heridos.

De acuerdo con el relato de las autoridades, en horas de la noche, sujetos armados llegaron en un vehículo a un establecimiento comercial ubicado en el sector Puente El Pindo. Luego, los hombres dispararon contra una persona identificada como Harlyn Presley Arboleda Cortes, de 32 años, quien falleció en el lugar de los hechos al recibir un disparo en la cabeza.

A consecuencia de este ataque armado, resultaron heridas ocho personas, trasladadas por agentes de la Policía Nacional a diferentes centros asistenciales, con el fin de recibir atención a las lesiones provocadas por el arma.

“La información recolectada nos permite indicar que este hecho se atribuye a integrantes del grupo armado organizado residual Urías Rondón, quienes efectuaron este ataque contra una de las personas que se encontraba en el lugar”, informó el coronel Rojas.

Al lugar de los hechos llegó personal del CTI de la Fiscalía General de la Nación, con el fin de llevar a cabo actos urgentes y la inspección técnica del cadáver.

Tras el acto violento, las autoridades municipales adelantaron un consejo de seguridad, con el fin de generar acciones interinstitucionales para esclarecer la muerte de Arboleda y ajustar la estrategia de seguridad en el territorio.

Se trata de otro fin de semana sangriento en Colombia, en el que se registran dos balaceras y una masacre. En el municipio de Landázuri, en Santander, fueron asesinados cuatro miembros de una misma familia.

Según los primeros hallazgos de las autoridades, la masacre ocurrió en medio de una riña por intolerancia. Álvaro Díaz Pineda, profesor, departía con conocidos, presuntamente de nacionalidad venezolana, en una finca ubicada en la vereda de Buenos Aires.

En medio del compartir, se desató una discusión, que terminó en el asesinato con arma blanca del profesor, su esposa y sus dos hijos. Según conocieron las autoridades, antes de morir fueron torturados. Para desaparecer la evidencia, los cuerpos fueron quemados. La empleada de la familia, quien también fue agredida, logró escapar y alertó a los residentes de la vereda sobre los hechos.

A su vez, en el municipio de Puerto Wilches, en el mismo departamento, se presentó una balacera en la que resultó asesinada Ofelia Callejas Robles, un personaje reconocido en el municipio. El ataque también dejó otros tres heridos, identificados como Kevin Stiven González Rodríguez, David Manrique Sereno y Cristian Fernando Sereno Sánchez.

“Estamos investigando estos hechos que generan incertidumbre en ese municipio, las primeras versiones indican que se trataría de una riña que se presentó por temas del microtráfico”, afirmó John Ruiz, secretario del Interior de Santander.

Además, en Bogotá siguen los hallazgos de cuerpos. En horas de la mañana del sábado, la Policía Metropolitana de Bogotá encontró a dos mujeres sin vida en el sector de El Mochuelo, en la localidad de Ciudad Bolívar.

Los cuerpos de las mujeres estaban abandonados en un potrero, a muy pocos metros de la vía principal de ese sector, en el sur de Bogotá, y fue la misma comunidad que alertó a las autoridades tras el macabro hallazgo.

Respecto a la edad de las occisas, todo parece indicar que estarían entre los 30 y los 35 años. Información preliminar señala que las mujeres fueron halladas con golpes en distintas partes del cuerpo e impactos de bala.

Colombia se encuentra en una ola de violencia que azota tanto la periferia como la capital del país. Urgen acciones del presidente Gustavo Petro y del ministro de Defensa, Iván Velásquez, para detener los múltiples asesinatos y masacres que se registran cada día.