Este miércoles se conoció que el exguerrillero Ricardo Palmera, conocido en las filas de las Farc como Simón Trinidad, y quien purga una condena de 60 años de cárcel en Estados Unidos, más otros dos exsubversivos recluidos en ese país, anunciaron su intención de acogerse a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) para colaborar con la verdad, justicia y reparación de las víctimas del conflicto armado de Colombia. Sin embargo, el gobierno aseguró que por más que se acojan a la JEP, no tendrá implicaciones en la condena que pagan en cárceles estadounidenses. Apenas se conoció la noticia, se abrió un debate en torno a cómo Simón Trinidad adelantó el trámite para ingresar a la justicia del acuerdo de paz y, sobre todo, cuáles serían los beneficios que obtendría si es aceptado. Palmera fue condenado a 60 años de cárcel por el secuestro de los tres contratistas estadounidenses que fueron rescatados en la Operación Jaque, en julio de 2008. Pena de la cual ha pagado cerca de nueve años. Desde entonces el Secretariado de las Farc ha pedido insistentemente un perdón por parte del gobierno estadounidense para regresarlo a Colombia en el marco del acuerdo de paz. Puede leer: Simón Trinidad se acogería a la Justicia Especial para la Paz Para que él y los otros dos exguerrilleros estuvieran en la JEP, el gobierno debió realizar un trámite como se hace con cualquier excombatiente de ese grupo exsubersivo. Este jueves, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, aseguró que Trinidad, además de Enrique Rodríguez Mendieta y Omaira Rojas Cabrera, están en la lista cerrada de las Farc desde el 15 de agosto, de la que ya se ha acreditado y revisado el 89 por ciento. Ese es el primer paso para continuar con el proceso de ingreso a la Justicia Especial de Paz. Como no hubo ninguna objeción por parte de las Farc frente a estas tres personas, firmaron un acta de compromisos en la que expresan que no volverán a levantarse en armas contra el Estado ni a delinquir. Por eso, “mediante resolución 036 del 6 de octubre de 2017, el Alto Comisionado para la Paz reconoció su condición de integrantes de las Farc”, aseguró. Pero la Oficina del Alto Comisionado para la Paz hizo énfasis en que acogerse a la Jurisdicción Especial de Paz no tiene implicaciones frente a la justicia de Estados Unidos que los condenó en su momento y también que el gobierno no ha solicitado su repatriación. Este jueves Mark Burton, abogado de Simón Trinidad, negó en Blu Radio que su cliente esté buscando la repatriación al acogerse a la JEP: “Él lo está haciendo por su condición de lucha a favor de la paz, pero los Estados Unidos tienen que respetar la intención de Simón Trinidad de meterse a este proceso por la paz y de reconciliación de la sociedad colombiana”. La decisión está en manos del gobierno de Donald Trump, pero en vista de la condena que purga y teniendo en cuenta que las Farc han sido consideradas por Estados Unidos durante años como un cartel de la droga, es muy poco probable que haya una decisión a favor de Trinidad. Lo otro es que él empiece con el proceso de esclarecimiento del conflicto armado en audiencias desde Estados Unidos, como lo han hecho algunos los exjefes paramilitares, como Salvatore Mancuso. Por ahora, los trámites establecidos por la ley para terminar la acreditación de Palmera y de los dos otros exmiembros de las Farc continuará a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.