‘En abril, lluvias mil’. Esa frase coloquial que en otras épocas anima, porque implica agua para las cosechas que darán seguridad alimentaria en el segundo semestre del año, no se ha cumplido este año en el Sistema Chingaza, que incluye los embalse de Chuza y San Rafael.
Si bien en la capital del país se presentan lluvias casi a diario, lo que de alguna manera sube la esperanza de que se acabe el racionamiento de agua y, principalmente, el peligro de que el cierre de la llave sea más agresivo, el agua no se ve en el nivel de Chingaza, que es el más importante para la capital del país, pues, como sistema, tiene una capacidad de almacenamiento de 300 millones de metros cúbicos de agua.
Para este domingo 5 de mayo, según el reporte diario de los niveles de los embalses en la región céntrica del país, suministrado por la CAR (Corporación Autónoma Regional), que es la autoridad ambiental en el departamento de Cundinamarca, Chingaza tiene un nivel de 17,05 %. Si bien hay una variación frente a la cifra de abril, que era de 16,19 %, es muy poco para lo necesario. Pero, principalmente, lo que más preocupa es que no se revierte la tendencia descendente del embalse. No en vano, para abril se tenía la meta de que llegara al 20 %, pero se acabó el mes y nada.
Al ser este cuerpo de agua el que surte el 70 % del preciado líquido que se utiliza Bogotá, el escenario sigue siendo crítico.
Pero aún cuando se lograra volver a tener Chingaza como un espejo resplandeciente por su nivel de agua, es clave que los capitalinos tomen nota de que ahorrar agua no es flor de un día. La experiencia por la que pasa la capital del país es una señal de que ese pronóstico, según el cual una próxima guerra en el mundo puede ser por el agua, no es una simple expresión.
La expectativa es que las precipitaciones sobre la zona de Chingaza vayan aumentando, pero, de acuerdo con el reporte de la CAR, por el contrario, descendieron en 0,34 % para esta jornada.
Volver a ver de nuevo los volúmenes habituales en el embalse, del cual salen en época normal 13 m³ por segundo, los cuales se dirigen a la Planta de Tratamiento de Wiesner, ubicada en La Calera, donde se realiza el procesamiento para que los capitalinos puedan tener el agua en la llave, no parece estar tan cerca.
Es común que en junio el embalse logre el llenado que requiere para garantizar el abastecimiento, pero eso, en este año, no se vería como en anualidades anteriores.
Así que bajar la guardia con el ahorro del agua, como podría suceder con la luz, luego de que el Ministerio de Minas levantara la medida para incentivar el ahorro de energía, no es buena idea.