Este lunes primero de junio es la fecha límite que se fijó el Distrito para arrancar con la implementación del cambio de modelo del Transporte Público Colectivo (TPC) para Bogotá, cuyo control de las rutas quedó a cargo de Transmilenio. Por ahora no hay grandes cambios: la mayoría de las rutas se mantienen; el pago del pasaje se hará al conductor, tal como sucede en la actualidad, y el precio es el mismo. La idea de la Secretaría de Movilidad y de Transmilenio es que en tres meses los 5.000 buses TPC y sus rutas desaparezcan y queden bajo el modelo del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). La SDM asignó permisos especiales y transitorios para que los TPC puedan operar en rutas provisionales definidas por Transmilenio bajo en un esquema de operación similar al del SITP. Es decir, que los buses están obligados a recoger y dejar pasajeros en los paraderos determinados. Todos tendrán tablas especiales. Los buses viejos y sin tarjeta de operación que estén circulando a partir de este lunes primero de junio serán retenidos por la Policía de Tránsito. El Distrito garantizó la prestación del servicio en toda la ciudad. Este lunes salen de servicio 36 rutas que ya fueron reemplazadas por el SITP, algunas de ellas tendrán recorridos distintos. En definitiva, lo que se verá este lunes es un cambio administrativo que por años se ha aplazado en la operación del transporte de la ciudad.