En esta campaña presidencial, las familias de los candidatos presidenciales han salido a la luz pública como antes no había sucedido y se han convertido en personajes fundamentales. Sofia Petro es una de las hijas de Gustavo Petro. Ella ha estado activa políticamente y habló con SEMANA.

SEMANA: ¿Está contenta con el resultado del domingo?

SOFIA PETRO (S.P.): Sí. Estamos muy optimistas y contentos con ese resultado histórico, es una locura.

SEMANA: Van a ser días de campaña intensa. ¿Cómo se preparan para lo que viene?

S.P.: Como todo en la vida, con mucho trabajo. Eso es lo que hemos hecho y lo que se nos ha enseñado en la casa, lo que ha hecho mi papá toda la vida, que es trabajar mucho por las ideas que defiende.

SEMANA: ¿Cómo fue ese momento cuando Gustavo Petro se subió a la tarima con la familia?

S.P.: Hubo mucha celebración. Mientras se terminaban de contar los votos en las mesas, unos se adelantaron, hubo gente que empezó a trinar cuando el conteo iba por el 50 %, a mí me gusta esperar hasta lo último.

Cuando estábamos en el 80 %, vino la celebración. Nos dábamos besos, abrazos y esperamos para conversar en familia. Estaba mi hermana Andrea, que vino desde Francia para este momento tan especial. Esperamos para tener los ánimos calmados, pero había un fiestón. Mi mamá y yo no nos aguantamos las ganas de bailar y celebrar. Mi papá dio un discurso muy emotivo y luego nos fuimos muy contentos para la casa, cansados, y a dormir.

SEMANA: ¿Su padre les dijo algo más emotivo en privado?

S.P.: Nos sentamos alrededor de la mesa y discutimos un poco lo que venía y lo intenso que van a ser las próximas semanas. Sabemos que hay mucho desgaste, mucho odio, pero nada, todos estamos listos. Fue un momento de preparación, de análisis y de optimismo, de llenarnos de fuerza para lo que viene porque vamos a ganar.

SEMANA: ¿Cómo vio a su padre el domingo?

S.P.: Muy tranquilo. No sé cómo lo logra. Los resultados se dan a las 4:00 de la tarde y hasta ese momento estaba como si fuera cualquier día. A mí sí me dan más nervios. El día se me hace muy largo.

SEMANA: ¿Es verdad que ese día se le quedó la cédula y por eso se demoró en votar?

S.P.: No, lo que pasó fue que sí se le refundió, pero estaba en el carro, se le había caído de la billetera. También teníamos que esperar a mi hermana Andrea que venía directo de Francia con la bebé. Tuvo unos percances y paramos a discutir un segundo, para que ella llegara. Era un momento especial e importante para estar todos juntos.

SEMANA: ¿Usted a qué se dedica?

S.P.: Soy estudiante de ciencias sociales, estudié economía, mi carrera es un poco amplia y los próximos dos años voy a estudiar un máster sobre política pública e innovación social, que son los temas que me mueven: ayudar, luchar por tener un Estado social de derecho.

La política me gusta porque está en el día a día, en lo que hacemos, en nuestros discursos, acciones, manera de ser y lo que hacemos de nosotros para el mundo, y en ese sentido me gusta la política, pero si me preguntan para un cargo en el Estado no.

SEMANA: ¿No le gustaría, por ejemplo, ser congresista?

S.P.: Si me lo pregunta hoy, no. Uno no sabe los caminos a dónde lo lleven, puede que sí un día. Pero espero que ningún camino me lleve a ser senadora.

SEMANA: Se define como feminista, ¿qué es el feminismo?

S.P.: El feminismo es tan simple como la sensatez misma. Es un sentido común de equidad entre hombres y mujeres. Obviamente tiene muchas variantes. No todas las feministas estamos de acuerdo con todo. Es muy amplio y a veces se estigmatiza en una sola cosa, hay muy poca pedagogía, las mujeres están en desventaja.

¿Por qué las mujeres se tienen que quedar solas cuidando a los hijos? ¿Por qué tenemos que tener miedo de salir a la calle? En Colombia falta mucho por tratar esos asuntos. Todo esto tiene que cambiar.

SEMANA: Usted le dijo al expresidente César Gaviria “machista” por las críticas contra Francia Márquez; también le respondió a Mario Hernández, es decir, se ha metido en la discusión política.

S.P.: Soy una persona que no se puede quedar callada frente a las cosas que me molestan mucho y me parecen injustas. Y no le dije machista por meterme en el juego político, se lo dije porque lo que dijo fue machista. Muy patriarcal de su parte.

SEMANA: En ocasiones mujeres feministas, incluso cercanas al Pacto Histórico, han criticado a Petro por ese tema, ¿qué opina?

S.P.: Las críticas siempre son justas. El machismo es un tema que está en todos los políticos. Si nos ponemos a revisar con lupa a cada persona, incluso entre nosotras mismas, encontramos actitudes y patrones. Las críticas son bienvenidas y algunas son muy acertadas. El debate se tiene que dar.

Lo cierto es que el feminismo tiene más posibilidades y caminos para poner sobre la mesa el debate desde este sector, la izquierda, el Pacto Histórico, con Francia Márquez, que ha abierto muchas puertas, y mi papá es un hombre como todos, y que por lo menos, y hay que decirlo, escucha, y ha empezado a romper sus barreras de las cosas que a él mismo le han enseñado. Las está rompiendo y está aceptando cosas que en los sectores de la derecha, en otros candidatos, no va a haber.

Con Angela María tuve la oportunidad de sentarme hace poco y dijo que encontró unas barreras que sintió machistas, pero dijo que se fue a otros lugares y fue mucho peor.

SEMANA: ¿Qué ha significado para usted ser la hija de Gustavo Petro?

S.P.: Solo puedo sentir orgullo. Esa frase de que todos los políticos son iguales he podido desmentirla con el ejemplo de mi papá. Me alegra mucho tenerlo y saber quién es él con su transparencia y coherencia. Ha sido pesado el camino. Hay un odio innecesario que recibe él y su familia sin conocerlo. Es gente a la que él no le ha hecho nada, nunca le hará nada malo, y sin embargo, sin conocerlo, lo odian. Entonces es algo difícil de manejar, pero siempre me gusta pensar que si esas personas que comentan cosas tan odiosas en redes lo conocieran estoy segura de que pensarían diferente.

SEMANA: Por ser la hija de Petro, ¿ha recibido ataques en la calle o las redes sociales?

S.P.: En la calle pocas veces. En el colegio alguna vez, chistes, cosas pesadas. Una vez salí con alguien y la mamá se refería a mí como ‘la guerrillerita’, ese tipo de cosas son un poco pesadas, pero lo que recibo de frente en la calle, el contacto con las personas, es mucha emoción, celebración. Cuando salgo siempre hay alguien que me felicita y se ve emocionado con esperanza. Me siento en un carnaval.

SEMANA: Una de las críticas que se le hace a su padre es ese pasado en el M-19, ¿qué opina?

S.P.: Siempre voy a pensar que las armas no son el camino para nada, y él también piensa eso. Después de haber pasado por allí, con su respectivo contexto histórico más complejo, él fue una de las personas que más luchó porque el M-19 se desmovilizara, por la paz, por pasar a la vida política, y desde entonces ha trabajado porque nunca más en Colombia haya guerra. Y creo que eso es lo que más rescato de su paso mismo por la guerrilla. Que nunca más se vuelva a repetir y nunca más nadie haga lo que él hizo.

SEMANA: Otra de las críticas que se le hace es que llevará al país a ser como Venezuela, que va a expropiar tierras, ¿qué responde?

S.P.: Esas no son críticas al programa de Gobierno porque no tiene en absoluto nada parecido ni a Venezuela ni a la expropiación. No está escrito, no lo ha dicho ni una sola vez en su vida. De manera que esas no son críticas. Son mentiras.

SEMANA: Pero Petro sí dice que hará una reforma agraria en la que va a volver algunas tierras improductivas, productivas, y muchos lo interpretan como una expropiación.

S.P.: Pero nunca se ha hablado de expropiación. Él habla de una negociación con los dueños de esas tierras para hacerlas productivas, pero en ningún momento se habla de expropiación. No le va a quitar las tierras a nadie.

Y lo cierto es que eso no son críticas al programa, son mentiras que han querido meterle a la gente y han generado todo ese odio infundado que repercute mucho a nivel emocional en las personas. Entonces la verdad es que esperaría que ojalá en la política no se tengan que decir mentiras porque generan mucho daño en la sociedad misma.

A todas esas personas que creen que él va a volver a Colombia como Venezuela, que lo creyeron hace cuatro años, creo que tendrían que ver lo que pasó con Colombia, basado en esas mentiras, quién llegó al poder, qué fue lo que hizo y cómo estamos hoy.

Sofia Petro Alcocer | Foto: ALEXANDRA RUIZ

SEMANA: Su mamá, Verónica Alcocer, ha estado también muy activa en esta campaña. ¿Cómo la ha visto?

S.P.: Mi mamá es alguien que siempre ha estado ahí, apoyando. Siempre ha estado trabajando. Solo que de pronto ahora solo se mostró públicamente y se abrió a lo que ella es. Pero siempre ha sido así, es una persona especial, trabajadora, siempre está presente. Me encanta ver lo que está haciendo y que eso haya salido a la luz. El puesto de ella no es estar callada frente a la sombra, es una mujer espectacular. Sería fenomenal tenerla en un Gobierno trabajando.

SEMANA: ¿Qué opina de Rodolfo Hernández?

S.P.: Me da mucho miedo. A nivel personal es algo que tengo que decir por la manera en la que se ha referido. Cuando iba a los debates, lo escuché varias veces, le preguntan sobre temas y dice: “De eso no sé”, y pone a asesores, que pueden pensar una cosa o la otra.

SEMANA: Pero Petro en varias ocasiones lo buscó, le dijo que juntos eran invencibles, ¿por qué ese cambio?

S.P.: El problema es que de eso no sé. Desde mi perspectiva, como Sofía Petro, nunca me ha dado confianza Rodolfo Hernández. No me la ha dado ahora y no creo que me la dé nunca.

SEMANA: ¿Cómo ve lo que pueda pasar en la segunda vuelta? Rodolfo Hernández sumará los votos de los demás sectores y puede ganarle la Presidencia a su papá...

S.P.: No lo veo así. No es que cinco más cinco sean diez. Las cosas no son así de simples y la política no funciona como las matemáticas. Él está muy lejos de ganar y esa es la realidad. Quien está más cerca de ganar ahora mismo es mi papá, espero que sea así porque me da desconfianza e incertidumbre la otra alternativa, entonces voy con optimismo, confianza y seguridad.

SEMANA: El país conoce al Petro político, ¿pero cómo es el padre?

S.P.: Mi papá en la casa es como un ser de paz. Siempre es el más pacífico, la que nos mete los regaños siempre es mi mamá. Él no es nada autoritario. Ha sido muy bueno justo en el sentido feminista, nunca ha sido que mis hermanos pueden hacer más que yo o yo más que ellos, todos por igual con las mismas reglas. Muy tranquilo, le encanta estar con los perros, cuidar de sus árboles en el jardín cuando tiene su tiempo, porque obviamente el tiempo en casa es poco; muy despistado, es una persona despistadísima.

SEMANA: Precisamente, en la carta que escribieron usted y todos sus hermanos en SEMANA, mencionan una anécdota en ese sentido, que su papá conoce la geografía del país, pero que se pierde en la casa. ¿Cómo es eso?

S.P.: Él estaba en la casa, llegando de noche. Se para, camina, se devuelve y pregunta, “¿a dónde es que iba, dónde está mi cuarto?” Se perdió, no sabía llegar a su cuarto, cuál era el suyo. Pero cuando está en los viajes sabe dónde estamos, qué río, montaña, es una persona que ha recorrido el país muchas veces, entonces lo conoce muy bien y me asombra muchísimo.

SEMANA: ¿Hay momentos en los que hayan tenido desacuerdos?

S.P.: Sí, algunos, como todo, entre padre e hija. Tuvimos algún debate sobre el feminismo, el movimiento, pero siempre llegamos a consensos.

SEMANA: ¿Cómo es la relación con sus hermanos?

S.P.: Muy buena. Nos consideramos hermanos aunque varios seamos medio hermanos. Nos queremos mucho, son relaciones a distancia. Mi hermano Andrés está en el exilio, mi hermano Nicolás en Barranquilla, mi otro hermano Nicolás en Francia, Andrea también, todos en ciudades diferentes. La mayoría fuera del país porque es pesado quedarse aquí con tanto peso en los hombros. Llevamos muy bien la relación y cuando nos vemos es la alegría más grande.

SEMANA: ¿Qué les dijeron sus papás de la carta, sabían?

S.P.: No sabían. Fue sorpresa, se la encontró en internet y la leyó. Le fascinó, le pareció muy linda y sé que le dio muchas fuerzas para seguir con lo que viene.

SEMANA: Ya nos decía que no le gustaría estar en política, ¿qué planes tiene a futuro?

S.P.: Pase lo que pase voy a seguir con mis estudios. Me quedan dos años. Pienso terminarlos, seguir con mi carrera, con mis cosas y ya veremos más adelante lo que siga. No estoy muy segura en qué quiero trabajar.

SEMANA: ¿Cómo fue el tema del vestido de los indígenas emberá que llevó el día de la votación?

S.P.: No me considero experta en moda. Me gusta mucho vestirme con colores, tener un estilo, pero cuando estoy en ocasiones en la que me van a ver muchas personas es la oportunidad y digo que voy resaltar cosas que me parezcan importantes.

Esa camisa la hace una fundación que se llama Amor Real, que trabajan en moda social de personas que se han rehabilitado de las drogas, de la calle, en este caso la diseñadora se reunió con familias indígenas que estaban desplazadas en el Parque Nacional para crear estos tops. Ese dinero va a ellos que están en situación de dificultad.

SEMANA: ¿Qué opina de la gestión de Claudia López?

S.P.: La verdad no la he seguido muy de cerca. Me parece mal que se hayan quedado tanto tiempo (los indígenas en el Parque Nacional), pero supongo que había muchas dificultades que manejar. No soy quien para criticar pero sí se que la reacción de muchas personas de cómo quedó el parque Nacional y por qué estaban allí fue de un racismo profundo que me incomoda mucho. Que la gente pueda pensar así y ser tan inhumana. Es un desconocimiento grande del país y los derechos que tienen ellos como seres humanos.