Once soldados se convirtieron en los héroes inesperados de un ciclista que había sufrido una grave caída en las empinadas laderas de Mocoa, Putumayo. Fredy Buenaventura, un apasionado del ciclismo de 62 años, se encontraba malherido y apenas consciente después de precipitarse en un profundo abismo durante su recorrido.
Los uniformados, que regresaban de una jornada de peregrinación en el lugar denominado ‘Filo de Hambre’, escucharon los desesperados gritos de auxilio provenientes de la carretera. Sin dudar, se apresuraron a descender y localizaron al accidentado a más de 20 metros de profundidad. Buenaventura yacía con una contusión severa en la cabeza, apenas consciente.
“Veníamos luego de hacer una actividad, una peregrinación con la Diócesis de Mocoa, cuando recibimos el llamado de auxilio de un personal civil que se encontraba sobre la vía. En ese momento nos manifiestan que una persona había caído al vacío, aproximadamente unos 25 o 30 metros. Inmediatamente, nos bajamos del vehículo, fuimos a verificar la situación y encontramos al señor Freddy, quien había caído en ese momento con su bicicleta”, contó el sargento viceprimero Gilberto Devia Guzmán, suboficial del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo N.°6.
Haciendo gala de su ingenio y habilidades tácticas, los soldados improvisaron una soga utilizando las camisas de sus uniformes. Asegurando cuidadosamente al ciclista, lograron subirlo desde el fondo del abismo en una operación que tomó aproximadamente una hora.
“De una vez la disposición de los soldados fue correr en auxilio para poderlo rescatar de este lugar, ya que se encontraba bastante maltratado, tenía golpes en la cabeza, heridas abiertas, sustituciones en la espalda, en las piernas. Con los soldados del batallón de acción integral pudimos rescatarle la vida, pudimos sacarlo de este vacío y subirlo”, agregó el sargento viceprimero Devia.
Una vez a salvo, los uniformados solicitaron una ambulancia para trasladar al hombre al centro de salud más cercano, donde recibió la atención médica necesaria. Pero su compromiso no terminó allí. Preocupados por su bienestar, visitaron al ciclista en su hogar para asegurarse de que se encontraba junto a su familia durante su recuperación.
“Hoy nos encontramos aquí en la casa del señor Freddy. Venimos a saber cómo se encuentra, cómo va su recuperación luego de que saliera del hospital. Ejército Nacional, patria, honor, lealtad”, añadió el uniformado.
Fredy Buenaventura, profundamente agradecido, consideró a los soldados como verdaderos ángeles que le salvaron la vida.
“Siempre hay ángeles que me protegen y cuidan. Estoy muy agradecido con los soldados, que me recuperaron y sacaron con vida, hicieron todo lo posible con sus camisas y en una cadena humana para sacarme de ese lugar”, expresó Buenaventura.