El presidente electo Gustavo Petro hizo este domingo un vehemente llamado a los alcaldes del país para que no autoricen la realización de espectáculos que conlleven a la muerte de animales, como el caso de las corridas de toros.
El pronunciamiento del nuevo jefe de Estado se dio tras el accidente ocurrido en la plaza de toros de El Espinal, Tolima, donde una parte de los palcos se vino abajo y dejó al menos cuatro personas muertas y cerca de 280 heridas.
El hecho se presentó en medio de los tradicionales encierros de toros, como motivo de las ferias y fiestas que se celebran en esta población por las fiestas de San Pedro.
Petro no tardó en reaccionar ante este lamentable incidente y pidió a los alcaldes tomar medidas para evitar este tipo de tragedias en el futuro. “Les solicito a las alcaldías no autorizar más espectáculos con la muerte de personas o animales”, apuntó el mandatario electo.
Petro recordó que “esto ya había sucedido antes en Sincelejo” y envío un mensaje de pronta recuperación a quienes resultaron heridos.
“Espero que todas las personas afectadas por el derrumbe de la plaza de El Espinal puedan salir airosas de sus heridas”, manifestó.
Una de las principales batallas que lideró Gustavo Petro como alcalde de Bogotá (2012-2015) fue la prohibición de las corridas de toros en la capital. Lo consiguió. Durante su administración no se lidió un solo toro en la plaza de toros de Santamaría. Sin embargo, la Corte Constitucional consideró su decisión como arbitraria por no tener la potestad de prohibirlas.
En 2012, con apenas dos meses como alcalde de Bogotá, Petro le mostró los colmillos a la tauromaquia. Mandó a cerrar el palco de la Alcaldía en la plaza de toros de Santamaría y luego dio por terminado el contrato que el Distrito tenía con la Corporación Taurina de Bogotá. Cerró la plaza, y años después la corte le ordenó reabrirla.
Entonces Petro les dio vía libre a las obras de reforzamiento estructural del escenario e invirtió 6.900 millones de pesos del erario.
De esa forma, consiguió terminar su mandato sin que se volviera a lidiar un toro en Bogotá y se marchó resaltando que uno de sus principales logros fue haber acabado con las corridas de toros.
La prohibición de las corridas de toros es un asunto que siempre genera una aguda discusión, tanto que en los últimos cinco años se han hundido cuatro proyectos en el Congreso que tenían este propósito.
La discusión sobre las corridas de toros se ha agudizado luego de que un fallo de la Corte Constitucional dejó el tema en un limbo jurídico.
El alto tribunal, que se ha pronunciado sobre asuntos polémicos como el aborto y la eutanasia, no decidió de fondo el asunto, sino que le dio dos años al Congreso para prohibir la fiesta brava, plazo que ya se cumplió.
El punto sobre el cual giraba la sentencia tenía que ver con el debate de si debía existir una excepción en la ley contra el maltrato animal a expresiones culturales como el toreo, las novilladas y las peleas de gallos.
En Colombia hay 67 plazas de toros fijas donde se celebran espectáculos taurinos.