José Saramago definió la ceguera como un padecimiento que se extiende por el mundo, distorcionando la realidad. Justamente por esto, el Programa Somos Defensores usó el mismo nombre de la enfermedad para titular el informe sobre las condiciones que viven los líderes sociales y los defensores de Derechos Humanos en el país.  Para la organización, el Gobierno colombiano está enfrascado en el "negacionismo" sobre la situación que viven los diferentes líderes del país que son asesinados y amenazados cada año. El documento relata que ha habido un incumplimiento al ‘Pacto por la Vida‘ anunciado por Iván Duque al comienzo de su mandato del que dicen los investigadores "nada queda". Asimismo, afirman que hay una "simulación" a la implementación del acuerdo de paz firmado en La Habana. 

Teniendo en cuenta los registros del Sistema de Información sobre Agresiones contra Personas Defensoras de Derechos Humanos en Colombia (SIADDHH), la Comisión Colombiana de Juristas, la Asociación Minga y Benposta Nación de Muchachos; quienes conforman a Somos Defensores, conluyeron que en 2019 hubo 844 agresiones individuales a líderes indígenas, comunitarios, campesinos, ambientales y/o miembros de la comunidad negra y LGBTI en el país.  Esta cifra revela un aumento de 39 casos, frente al año 2018 en el que se documentaron 805 agresiones. "Esto significa un incremento del 4,8 % en hechos de violencia que obstaculizaron la labor de defensa de los DDHH", señala el informe. Lo que se traduce, en promedio, en "2,3 personas por día, convirtiendo este año en el más agresivo de la década". Las agresiones más recurrentes son las amenazas con 628 casos, seguidas de los asesinatos con 124 y los atentados con 52 reportes en 2019. Pero un hecho más preocupante aún es que 30 de los 32 departamentos del país reportaron al menos una agresión, es decir que casi ningún territorio en Colombia es seguro para que los líderes ejerzan su labor.  El 2019 es, según Somos Defensores, el año con mayor número de agresiones a líderes de la década. Astrid Torres, investigadora de la Corporación Jurídica Libertad, Nodo Antioquia, quien participó este martes en la divulgación de los resultados del informe, dijo que se han identificado tres actores involucrados directa o indirectamente en la situación que viven los líderes y defensores: Estado, paramilitares y disidencias. 

"Ponemos el ejemplo del Valle de Aburrá y el Bajo Cauca. El año pasado asesinaron 24 líderes y lideresas en Antioquia, once en el Bajo Cauca, (conformado por seis municipios) donde hay presencia de más de 5.000 hombres de la fuerza pública y operan las AGC y los Caparrapos", dijo Torres.

A su vez, Rodrigo Uprimny, investigador de DeJusticia, y quien también dio su concepto sobre el informe, destacó que ‘la Ceguera‘ tiene un profundo sentido humano al nombrar uno a uno los 124 líderes asesinados -con su respectivo perfil, foto y estado del caso- antes de revelar el panorama general. "Muestran que ahí hay dramas humanos que no son meramente cifras. Detrás de cada personas hay una vida truncada, una familia", señaló.

De otra parte, Uprimny criticó la falta de esclarecimiento en las investigaciones cuando se presentan dichas agresiones en el país. "Hay gran impunidad en las investigaciones judiciales, rara vez, o casi nunca llegan a los autores intelectuales", dijo. Cauca (237), Antioquia (60), Arauca (52), La Guajira (41) Valle del Cauca (42), Chocó (32), Córdoba (34), Risaralda (28), Bolívar y Norte de Santander (27 cada uno), Distrito Capital (22), Nariño (21) y Huila (20) fueron las regiones con más números de agresiones reportadas en 2019. Vea el informe completo aquí