La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, lideró este viernes 26 de agosto un nuevo consejo de seguridad para analizar el fenómeno delictivo que ha ocurrido durante los últimos días y que, en varios casos, se atribuye a las llamadas vendettas o ajustes de cuentas entre bandas criminales.
“A todos nos duele y nos conmueve que cualquiera sea asesinado, queremos proteger la vida de todos, incluso los criminales deben ser sometidos a la justicia, por eso vamos a seguir apoyando todos los esfuerzos de judicialización”, sostuvo.
Con respecto al triple homicidio que ocurrió durante las últimas horas en la localidad de Kennedy, López reiteró que los responsables pertenecerían a la estructura criminal conocida como Tren de Aragua.
Previamente, el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto, ofreció hasta $50 millones como recompensa para quienes entreguen información que permita la captura de los responsables de este acto, quienes, además, están tratando de copar espacios en materia de narcotráfico, de hurto en distintas modalidades, de préstamos ‘gota a gota’ y otro tipo de actividades ilícitas.
Por su parte, el general Carlos Triana, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, dijo que el trabajo interinstitucional con la Fiscalía General de la Nación y todas las especialidades de la Policía Nacional, se está adelantando para avanzar rápidamente con el proceso de investigación y posterior captura e individualización de esta organización delincuencial.
Así mismo, la alcaldesa López informó que se avanza en la preparación del informe que se le mostrará en consejo de seguridad al presidente de la República, Gustavo Petro, el próximo miércoles 31 de agosto. “Queremos presentar cómo están hoy el multicrimen y las mafias en la ciudad; quiénes son, qué disputas se están retando y cómo podemos enfrentarlas mejor”, explicó la mandataria, tras coincidir con el general Triana en seguir trabajando “coordinadamente y sin fisuras” con las diferentes autoridades del orden local y nacional para combatir la delincuencia.
De acuerdo con el general Triana, seis hechos se han registrado en Bogotá y 19 homicidios se han perpetrado con esta macabra modalidad. Por eso, se trabaja con Interpol para lograr capturarlos y desmantelar esta organización criminal.
SEMANA ha dado a conocer, a través de varios informes, cómo opera esta peligrosa banda delincuencial. El grupo criminal Tren de Aragua se metió en las entrañas de la capital y mediante el terror quiere apoderarse de la ciudad. Sus integrantes son despiadados asesinos que exhiben en video sus crímenes. Tienen la orden, desde Venezuela, de matar a los “prestados”, término al que se refieren para hablar de delincuentes de otras organizaciones. Los secuestran, los torturan y los trituran para meterlos en bolsas. Ese es su sello criminal.
La orden de matar estaba a cargo de alias Alfredito, un diminutivo que poco se compadece con la psicosis asesina de este criminal. Los testimonios advierten que los homicidios en la localidad de Kennedy, sur de Bogotá, tienen a este sujeto como perpetrador, con una sentencia tras cada asesinato: van por más “prestados”.
Los investigadores de homicidios encontraron patrones comunes en los estudios de necropsia que ayudaron a establecer si el asesino era el mismo. Los signos de violencia, en extremo agresivos, demostraron que existe un conocimiento forense y una experiencia en ese tipo de torturas.
Las víctimas son secuestradas, les fracturan los brazos, las piernas, la mandíbula y las amarran por la espalda de modo tal que cuando se cansan de padecer y sueltan el cuerpo se ahorcan. “Ellos tienen una técnica, que seguramente reciben con entrenamiento, intentan imitar elementos criminales de Centroamérica usados por Los Maras, luego meterlos en bolsas es para deshacerse de la evidencia”, dijo un investigador a SEMANA.
Rafael Alfredo Brito, alias Alfredito, fue capturado junto a Víctor Manuel Salazar, alias Capi, los dos señalados de un brutal asesinato de un joven en la localidad de Kennedy, en el sector conocido como La 38, una larga calle que se convirtió en frontera invisible y donde se concentra, a plena vista, la más compleja criminalidad de ese sector. Todos saben y denuncian lo que ocurre allí, pero no pasa nada, la ausencia del Distrito es perturbadora.
Alias Alfredito tiene 24 años de edad, nació en Venezuela y llegó a Colombia con la orden directa de matar. En el brazo carga un tatuaje con la frase “Solo Dios puede juzgarme”, irónico para alguien que decide quién vive y quién muere. Su barbarie arrancó con una tragedia. Su esposa e hijo fueron asesinados en Venezuela y convirtió su dolor en una aterradora venganza; se autodenominó, de manera incoherente, como la “gasolina del Tren de Aragua”.
Los testimonios que obtuvo la Fiscalía en la investigación por los homicidios y cuerpos embolsados en Bogotá dejan a este asesino como un peligroso delincuente que solo rinde cuentas a los cabecillas del Tren de Aragua en Venezuela. Es el brazo armado de esta organización criminal y aparece en los videos que graban los sicarios como prueba de sus actividades, también como trofeo que exhiben en burdeles para advertir que están presentes y que la orden que tienen es matar.
El mismo alias Alfredito, de acuerdo con los investigadores, aseguró ser responsable de 46 asesinatos en Bogotá. Las pruebas de su sevicia y locura fueron grabadas por sus propios compatriotas, mientras torturaban a otro ciudadano venezolano que, ahorcado, les decía “Yo robo celulares, no vendo nada”, con la ilusión de que le perdonaran la vida. Luego su cuerpo fue encontrado en una bolsa, asfixiado y triturado.