El exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos acaba de ser condenado por la Corte Suprema de Justicia a siete años y nueve meses de prisión por sus supuestos vínculos con grupos paramilitares. Ramos publicó un video en el que se defiende de los señalamientos señalando que es inocente y ha sido víctima de falsos testigos en su contra.
“He sido víctima de falsos testigos cuyas declaraciones han dado lugar a una decisión en primera instancia que me afecta a mí y a mi familia. Apelaré a la segunda instancia donde se establecerá mi inocencia. El magistrado ponente se había declarado impedido para continuar con mi caso manifestando su evidente animadversión y ausencia de imparcialidad, además de una afectación grave y actual al debido proceso, tal como lo señaló la Corte Constitucional. Pese a lo anterior, el magistrado continúa con el proceso”, dijo Ramos.
Ramos insistió en que su inocencia queda probada por el salvamento de voto que presentó el magistrado Jorge Caldas, quien dejó claro: “El proceso debe ser absuelto, bajo el entendido de que nuestro ordenamiento sanciona a la persona por sus actos y no por ser quien es. Se advierte el análisis riguroso que hizo en todas las pruebas, en ese mismo sentido se pronunció la Procuraduría. Mi carrera no será mancillada por ese arbitrario fallo. Continuaré dando la cara a la justicia confiando en que se reconocerá mi inocencia en segunda instancia. Por mi esposa María Eugenia, mis hijos y nietos, daré la batalla contra esta infamia hasta el último día de mi vida”, dijo Ramos.
La Sala Especial de Primera Instancia condenó a casi ocho años de prisión, específicamente 95 meses, por parapolítica, al exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos. El Alto Tribunal encontró que Ramos sí tuvo vínculos con la AUC y recibió apoyo de grupos armados ilegales para sus campañas.
Además de los siete años y nueve meses que deberá afrontar en prisión, Ramos también debe pagar una multa de $ 7.000 millones y la sanción de inhabilidad de por vida. La condena explica que se da por los delitos de concierto para delinquir con la finalidad de promover grupos armados ilegales.
Lo que explica la decisión es que el exgobernador Ramos recibió dinero del asesinado excomandante del bloque Centauros, Miguel Arroyave. Y se menciona una reunión de finales de 2000 en Medellín en el centro comercial Obelisco y en la que habría participado alias Jota del bloque Metro.
“Para la Sala, los hechos demostrados sobre el origen y objeto de la reunión, la escogencia del procesado para asistir a la misma, dada su condición de congresista amigo de las AUC y los señalamientos de integrantes de las autodefensas sobre apoyos previos, así como su cercanía con algunos dirigentes de la organización al margen de la ley, confluyen para estructurar la asociación para delinquir”, advierte la Corte.
Allí se explica que Ramos acudió a esa reunión por voluntad propia “a espaldas del Gobierno nacional, en horas de la noche, en un lugar no autorizado y entre los amigos y allegados de Vicente Castaño”.