Hace menos de dos años tuve la oportunidad de conocer en persona a Daniel Quintero. En un café de Bogotá nos presentaron y lo primero que me dijo fue que iba a ser alcalde de Medellín. La manera en que me lo comunicó fue tan contundente que tengo que confesar que me sorprendió. Luego, ya en campaña, vi cómo pasó de una posición prácticamente desconocida a liderar ampliamente las encuestas. Su discurso, catalogado por algunos como progresista y de centro izquierda, le creó una imagen lejana al empresariado y muy crítica al estado actual de las cosas. Con solo unos meses en el cargo se muestra firme, cercano al sector productivo y toma medidas que lo han puesto en la picota, e incluso han enfurecido a algunos sectores que lo apoyaron en su camino a la alcaldía. Esta es una conversación sobre hacer campaña y gobernar. Luis Carlos Vélez: ¿Cómo va en sus primeros días de gobierno? Daniel Quintero: Bien, mucho trabajo, con mucha disciplina. Preparando el Plan de Desarrollo y lo que va a ser toda la estrategia para hacer de Medellín un unicornio ciudad, una ciudad que se convierta en valle del software con un propósito económico claro y una ciudad que recupere lo social.
L.C.V.: Usted en campaña fue muy crítico de los empresarios. ¿Cómo están las relaciones con el Grupo Empresarial Antioqueño? D.Q.: Realmente en campaña yo fui un promotor de la empresa, pero la campaña de la oposición trató de mostrarme como lejano a los empresarios. Yo soy empresario y creo que un país crece si su empresa crece. Mis relaciones con el empresariado antioqueño son positivas, y en especial con los emprendedores, con los que están arrancando de cero, los que están innovando y soñando el futuro económico de la ciudad. L.C.V.: ¿Y con el grupo empresarial? D.Q.: Es una muy buena relación. L.C.V.: ¿Cómo está Medellín de obras hoy?, ¿cuáles son sus metas más ambiciosas en materia de infraestructura? D.Q.: La más ambiciosa de todas es el metro de la ochenta. Esta es la segunda línea del metro de la ciudad en donde tenemos avances muy importantes. Algunos dicen que en este mes y medio se han logrado avances más importantes que en los últimos ocho años para este metro de la ciudad de Medellín. Esperamos tener los resultados pronto, antes de terminar el mes de marzo. También tenemos en la cabeza la continuación de Parques del Río, pero esta vez sería al norte de la ciudad e iría entre el puente de la madre Laura y los límites con Bello. La ciudadela universitaria del norte y el hospital del norte también están en los planes y tenemos toda una apuesta para hacer de Medellín una ciudad inteligente con una red neutra. L.C.V.: ¿Cómo es el plan del metro subterráneo?, ¿cuánto podría costarle eso a la ciudad? D.Q.: Nosotros nos comprometimos en campaña a hacer los estudios iniciales para la segunda línea del metro que arrancaría en Sabaneta, pasaría por la avenida El Poblado, se cruzaría por el centro de la ciudad y regresaría hacia Robledo, el 12 de octubre, Castilla, y terminaría en Bello. Con esto llevaríamos metro a dos zonas de la ciudad en las cuales no hay a 2,5 kilómetros de distancia, que son El Poblado y la zona noroccidental de la ciudad. Esperamos para el segundo año estar entregando los primeros estudios al respecto. Ya hay un bosquejo inicial que se viene realizando y hay avances.
L.C.V.: ¿Cuál es la situación real de EPM a dos años de la tragedia de Hidroituango?, ¿qué tan maltrecha quedó la compañía? D.Q.: Tenemos retos. Sin embargo, esta es una empresa sólida con una capacidad de resiliencia muy importante. Queremos que no se vuelvan a cometer los errores del pasado y por eso se ha creado la Vicepresidencia de riesgos, que tiene por objeto medir muy bien los riesgos cuando se van a tomar decisiones, de modo que muchos de los errores del pasado no se vuelvan a cometer. En relación a Hidroituango estamos seguros de que para junio deberíamos ya darle plena seguridad y tranquilidad a todos los ciudadanos, eliminar las alertas que hoy siguen pendientes, y que para septiembre iniciemos la instalación de la primera turbina, con lo que para 2021 ya estemos generando energía y evitemos un racionamiento para el país. "Medellín y yo declaramos personas no gratas a los encapuchados. En cualquier lugar donde haya explosivos vamos a intervenir. Es una línea roja". L.C.V.: Algunos dicen que es innecesario crear tres vicepresidencias en EPM, que costarían 500 millones de pesos al año, en tiempos de austeridad… D.Q.: Son muy importantes. Realmente se creó una sola nueva que es la Vicepresidencia de Riesgos. Se eliminan dos y se crean dos nuevas; la de Planeación, que es muy importante porque esa va a buscar que las otras áreas no funcionen como islas, sino que haya una estrategia de integración de toda la empresa y, la segunda, es la de innovación, tecnología y nuevos negocios que lo que busca es que EPM no se quede atrás, y que tenga un norte claro en especial para que se cree la Empresa de Información Pública de Medellín. L.C.V.: ¿EPM podría ir a la bolsa? D.Q.: No en nuestra administración.EM en nuestro gobierno se mantendrá 100 por ciento pública. E L.C.V.: ¿Por qué están interesados en comprar a Electricaribe? D.Q.: Vamos a participar en la subasta. Ahí podemos ganar o perder, pero es una oportunidad que encontramos interesante porque nos permite aplicar por el mercado de la costa Caribe que es el que más está creciendo en el país. Además, es una oportunidad para darle a toda la costa Caribe un servicio de calidad en energía como el que ha tenido Antioquia y del que hoy gozan otras regiones del país como Manizales, y los dos santanderes en donde prestamos servicios. L.C.V.: ¿Su alcaldía está interesada en comprar la parte que no les pertenece de Hidroituango? D.Q.: La alcaldía es dueña de casi el 50 por ciento de Hidroituango a través de EPM. No estamos interesados en adquirir porciones nuevas.
L.C.V.: ¿Cómo están sus relaciones con el gobernador Aníbal Gaviria? D.Q.: Inmejorables. L.C.V.: La crítica política dice que depende de administraciones como la suya o la de Claudia López, que el centro izquierda y la izquierda puedan tener opciones reales para la Presidencia en 2022. ¿Usted lo ve así? D.Q.: Estoy desconectado de la política. El alcalde de Medellín tiene tantos problemas que resolver, tantos retos que enfrentar, que se desconecta de lo que significa la política electoral. L.C.V.: Difícil de creer cuando casi todos los exalcaldes y exgobernadores han terminado en el panorama nacional como presidenciables… D.Q.: Yo creo que la mejor forma de que la ciudadanía piense en uno en el futuro es precisamente que cumpla con su labor acatando la ley. Y la ley dice que uno no se puede involucrar en ejercicios electorales. L.C.V.: ¿Qué cree de los alcaldes que hacen política? D.Q.: Que están cometiendo un delito, según el ejercicio constitucional y las leyes colombianas. L.C.V.: ¿Usted ve algo de eso en Claudia López? D.Q.: No miro mucho para allá. Estoy enfocado en Medellín. L.C.V.: La Universidad de Antioquia, donde usted se graduó, lo declaró persona no grata por haber ordenado el ingreso del Esmad. ¿Se arrepiente de esa determinación? D.Q.: Medellín y yo declaramos personas no gratas a los encapuchados. En cualquier lugar donde haya explosivos, sea en la calle o en las universidades, vamos a intervenir. Esa es una línea roja.
L.C.V.: Entonces lo volvería a hacer… D.Q.: Así es. L.C.V.: Estadísticas dicen que casi cada dos meses hay un robo a mano armada en restaurantes en la ciudad. ¿Qué está pasando? D.Q.: Estamos trabajando muy duro. Encontramos una situación muy compleja, pero nada que no se pueda solucionar si trabajamos con disciplina. Hemos logrado en lo que va corrido del año una reducción de los homicidios del 40 por ciento, y en lo que va corrido de febrero de cerca del 30 por ciento. Hemos dado fuertes golpes a estructuras de bandas que se dedican al sicariato y a la instrumentalización de menores, es decir, el uso de niños para cobrar extorsiones, fleteos y para homicidios. L.C.V.: ¿Es más fácil criticar que gobernar? D.Q.: Siempre y cuando se haga con honestidad, transparencia y deseando lo mejor para el país, el reto es del mismo tamaño. Hay que hacer control político y estar en el gobierno. No es la primera vez que lo estoy. Ya había sido viceministro.