El Ejército Nacional tiene en sus filas a cerca de 230.000 uniformados que, a diario, se enfrentan a situaciones difíciles y extremas, además armados. Es por eso que la institución ha diseñado plantes de contingencia y proyectos enfocados a preservar la salud mental de los militares.
En 2019 ocurrieron 57 suicidios, una cifra que en 2021 bajó considerablemente y se situó en 34. En cuanto a lesiones autoinfligidas, se pasó de 48 hechos en 2019 a 23 en 2021.
Algunas muertes estuvieron asociadas a problemas de salud mental comunes al resto de la sociedad, pues según el Observatorio de Salud Mental de la Dirección de Sanidad, Disan, a través de vigilancia epidemiológica y la revisión de presuntos casos, se determinó que las decisiones de quitarse la vida estuvieron asociadas principalmente a problemas en relaciones de pareja, con un 35%; problemas económicos en el núcleo familiar, con un 27%; y ausencia de estrategias de afrontamiento. “Un 20% no guardó relación directa con la labor o función militar, y más bien (obedecieron) a casos fortuitos, como momentos de ira, impulsos o problemas emocionales y personales”, señala el informe.
Pero hay otros tipos de accidentes fatales y homicidios entre compañeros que se registran con el armamento. En las estadísticas se evidencia que los militares heridos por sus propios compañeros con armas de fuego, desde 2018 ha evidenciado un descenso considerable en estas novedades. Se pasó de 8 casos en el 2018, a 3 en 2019, uno en 2020 y uno en 2021.
En cuanto a lesiones también con arma de fuego, pero infringidas por el mismo afectado de manera accidental, se pasó de 76 en el 2018 a 65 en el 2021.
“Sobre nuestro personal fallecido por arma de fuego accionada por compañeros, de 8 casos en 2018, se registran 5 en 2021”, dice la Dirección de Sanidad indicando que, aunque la cifra es baja no deja de ser preocupante. De igual manera aclaran que algunos de los homicidios fueron accidentales, “muertos por disparos accidentales hubo una disminución de 20 sucesos en 2020 a 18 el año anterior”.
Aunque al comparar estas cifras con la cantidad de uniformados que hay a nivel nacional se evidencia que el porcentaje es bajo, lo ideal es llegar a reportar cero casos como los anteriormente descritos, dijo el coronel Arnold Pérez, director de la dirección de la preservación y seguridad del Ejército quien contó que eso la institución ha creado estrategias para mitigar estas afectaciones que cusa dolor a las familias de los miliares.
La Dirección de Sanidad del Ejército Nacional ha desplegado, respecto al 2021, cuatro iniciativas que buscan fortalecer la cultura del autocuidado desde las áreas de Salud Mental en todas las unidades militares, con el fin de prevenir muertes o heridos fuera de combate, generar la cultura de prevención a través de la inteligencia emocional en la prevención de conductas suicidas, consumo de sustancias psicoactivas, estrategias de afrontamiento y fortalecimiento de las relaciones sanas, de la salud mental como herramienta fundamental para el bienestar de los usuarios en general y personal militar activo.
El Ejército Nacional en 2016 realizó una investigación en coordinación con la Universidad Javeriana para identificar factores de riesgo y sus causas, con los resultados se crearon e implementaron programas de prevención. Profesionales de la salud recorren todo el país en unas aulas móviles que tienen tecnología de última punta. Con gafas de realidad virtual semeja situaciones a las que se puede enfrentar un militar para identificar cuál sería su reacción mientras carga el armamento y al identificar patrones de intolerancia u otros, brindan apoyo al uniformado para aprender a enfrentar la realidad.
Preservación Inteligente, un programa que determina diferentes iniciativas y acciones para fortalecer el conocimiento en todo el personal de la Fuerza, así como la preparación de los comandantes en el liderazgo orientado a la seguridad y salud en el trabajo.
El Simulador de Hábitos y Comportamientos Seguros, opera en un vehículo diseñado con talento 100% local, desplazándose a las diferentes unidades militares del país, para capacitar y orientar a los oficiales, suboficiales, soldados y personal civil, con herramientas tecnológicas en prevención virtual inmersiva en seguridad y salud en el trabajo, especialmente en relación al manejo de armas.
Los equipos de psicología militar realizan visitas a las bases militares más alejadas del país para brindar capacitaciones sobre primeros auxilios psicológicos, herramientas de salud emocional y resolución de conflictos.
El Ejército reporta que, en total, la Disan durante el 2021 cubrió con sus programas de promoción y prevención en salud mental a más de 123.000 miembros del Ejército Nacional, lo que equivale a cerca del 60 % de sus integrantes.