Este lunes festivo se presentaron varias protestas de personas que están inconformes con las políticas del Gobierno que no han sido suficientes para calmar el hambre en medio de la crisis por coronavirus. Aunque la Alcaldía de Bogotá y el Gobierno han llegado a más de 500.000 familias, muchos consideran que esos mercados o transferencias bancarias no son suficientes para los casi tres meses de cuarentena.
En medio de las protestas, algunas estaciones de TransMilenio fueron vandalizadas. Una de ellas fue la de la calle 26. Ante los hechos, el secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, compartió un trino asegurando que "estás acciones de ‘protesta‘ a esta hora en la calle 26 con vandalismo pierden cualquier sentido. Los recursos públicos en estos momentos deben destinarse a quienes más lo necesitan, no a reparar infraestructura pública vandalizada irresponsablemente".
Por su parte, la mandataria de la ciudad, Claudia López, afirmó: "Supuestos jóvenes inconformes terminan siendo vándalos encapuchados. Además de causar aglomeración, vandalizaron estaciones, paraderos y comercios. Esto no es protesta legítima de ningún tipo. Es vandalismo organizado para beneficio político de extremistas que no vamos a permitir".
Desde que se empezaron a presentar protestas por diferentes razones, varios se han cuestionado si es legítimo protestar en medio de la pandemia cuando las personas ponen en riesgo su salud y la de los demás. Sin embargo, el desespero, el hambre y la pobreza son lo que motiva a muchos ciudadanos a salir a las calle para manifestar sus inconformidades y necesidades. "De lo contrario, ni se darían cuenta", dicen algunos de ellos.