Este miércoles el juez cuarto Lalo Enrique Olarte dictaminó “la suspensión provisional de los efectos del Decreto 565 de 2017 en relación con la definición de recreación pasiva y husos en los humedales”. Con este se permitía la intervención de estas áreas protegidas para crear, entre otras cosas, senderos para bicicletas. Para algunos las obras que desarrolla el Distrito en estas áreas protegidas tendrían que suspenderse, para otros no tiene ninguna incidencia. Las ciudadanas Gladys Cifuentes y Sandra Patricia Bohórquez, apoyadas por la concejala de la Alianza Verde María Fernanda Rojas, instauraron una acción popular para dar nulidad al decreto. Con este, la Alcaldía modificó la Política de Humedales del Distrito Capital y acogió la definición del Decreto 624 de 2007 con respecto a la recreación pasiva. Eso significaba para la ciudad que sería posible construir infraestructura en los humedales como ciclorutas, senderos, alamedas, plazoletas, adoquinados, luminarias, entre otras.    La definición anterior limitaba la recreación pasiva a un conjunto de acciones que sólo requieren “equipamientos mínimos de muy bajo impacto ambiental, como senderos peatonales, miradores paisajísticos, observatorios de avifauna y mobiliario propio de las actividades contemplativas”. La concejala María Fernanda Rojas le dijo a SEMANA que la nueva definición de "Recreación Pasiva" va en contra de la Convención Relativa a los Humedales de importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, suscrita en Ramsar (Irán) en 1971. En este, los gobiernos se comprometían a planear la construcción de la ciudad de forma que favorezca la conservación y uso racional de los humedales de su territorio. Puede leer: Salvavidas para la Ciénaga Grande de Santa Marta Ahora que el juez ha tomado esta decisión, algunos advirtieron que varias obras tendrían que suspenderse. Entre otros, tres proyectos de valorización: la ciclorruta del canal molinos, el ciclo puente del canal Molinos con Autonorte en uno de los tramos (1.3 kilómetros); y la obra del corredor ambiental Canal Córdoba que cuenta con una extensión de 550 metros y que tiene un costo aproximado en el tramo 1 de 14.364 millones de pesos. Para la concejala Rojas, en consecuencia, con la decisión del juez se deberían modificar también los trazados de ciclorrutas y corredores ambientales propuestos dentro de los humedales en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), presentado ante la CAR el pasado 15 de noviembre. Dichas obras suman un estimado de 88.550 metros cuadrados, incluyendo obras en ocho de los once humedales Ramsar y dos de los no declarados Ramsar. En cuanto al Plan de Desarrollo Distrital, según la concejala de la Alianza Verde, se tendrían que suspender obras y diseños de los "corredores ambientales" que incluían recreación activa a lo largo de los humedales. Estas obras se desarrollarían en los humedales de Torca, Guaymaral, Tibabuyes, Jaboque, Córdoba y El Tunjo. Por otro lado, están abiertas en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) invitaciones a licitar en los siguientes proyectos: Construcción del corredor ambiental del humedal Jaboque en Bogotá grupo 1 y grupo 2, por un valor de 25.676 millones; Construcción del parque lineal en el humedal Juan Amarillo borde norte, grupo 1 y 2, por  38.086 millones; y Construcción del parque lineal en el humedal Juan Amarillo borde norte, grupo 1 y 2, por 38.086 millones. También se tendría que ver qué hacer con estas obras. Recomendamos: Humedales en el mundo están desapareciendo a ritmo alarmante No obstante, para el Distrito esta decisión judicial "no afecta la ejecución de los proyectos adelantados por la Alcaldía de Bogotá en los Parques Ecológicos de Humedal, las cuales cumplen con lo establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial y los Planes de Manejo Ambiental; normas reconocidas de superior jerarquía que se encuentran soportadas en estudios técnicos y que surtieron los procesos de socialización previo a su expedición". Por lo tanto, los proyectos hoy adelantados por la Alcaldía de Bogotá en los Parques Ecológicos de Humedal continúan en ejecución.  La demanda se había hecho por dos puntos. El primero era determinar si se había infringido normas de superior jerarquía y el segundo por no haber socializado el decreto con la ciudadanía. Sin embargo, el mismo auto dice, con respecto al primer punto, que con el Decreto 565 de 2017 no se abre la posibilidad a que construyan obras que generen un alto impacto. Por lo tanto, “no se decretará medida cautelar con base en el primer argumento”.   El segundo punto en cambio es el que todavía se está evaluando y es por el que se toma la medida cautelar. La Alcaldía publicó el proyecto del decreto y después de cinco días hábiles como no recibió observaciones fue firmado por el alcalde Enrique Peñalosa. Sin embargo, para la ciudadanía esa socialización no fue suficiente.   En video: ¿Qué tanto preserva la reserva Van der Hammen la nueva propuesta de Peñalosa? La polémica que hay detrás Con esta medida se revive la polémica sobre la forma en cómo se deben proteger los humedales. Fernando Trujillo, biólogo y director de la fundación Omacha dijo a SEMANA que el hacer ciclorrutas puede ser visto como un reconocimiento de la ciudad hacia los humedales. El problema es que si no se hace bien habría un riesgo de penetración urbana masiva que podría afectar la fauna: "No sabemos si Bogotá está preparada para esto. Son áreas que hay que respetar y cuidar. La ciudad ha perdido casi el 70 por ciento de los humedales y no podemos permitirnos seguir perdiendo más".  Lo mismo dice Juan Carlos Gutiérrez, antropólogo y subdirector de la fundación Alma. Según él, antes de que Bogotá creciera de manera exponencial, la ciudad tenía 50.000 hectáreas de humedales, hoy solo tiene 1.000 hectáreas declaradas como humedales. Hay otros en las planicies aledañas de los ríos Bogotá, Fucha, Tunjuelo y Salitre. "Por eso en vez de hacer urbanismo en esas zonas, deberíamos pensar en tener más áreas protegidas". Puede leer: Así se querían robar el humedal Jaboque de Bogotá Emmanuel Escobar, director de la Fundación Humedales de Bogotá, le dijo a SEMANA que lo que es prioritario en los humedales es tener agua limpia dentro de estos ecosistemas y no tener ciclorutas. Para él con esta infraestructura se abre la posibilidad para que los humedales sean tratados como espacios recreativos. "La fauna se vería afectada por el ruido, la luz. El tránsito de algunos animales se vería interrumpido por estas nuevas vías y muchos no están acostumbrados a la presencia humana”, dijo él. Por último, los expertos aseguran que a Bogotá todavía le falta mucho en cultura ciudadana. Les preocupa que estos espacios terminen llenos de basura, se vuelvan lugares de consumo de droga o de espacios que no sean seguros para la sociedad.