En medio del escándalo que salpica al comandante del Ejército, el general Luis Mauricio Ospina, por haber ordenado investigar a Leonardo Colmenares, el profesor de inglés de su esposa, los altos mandos de las fuerzas armadas del país recibieron un mensaje del comandante de las Fuerzas Militares, el mayor general Helder Fernan Giraldo Bonilla.
El extenso texto va dirigido a todos los generales y almirantes. Y viene precedido de una frase del general Jean-Baptiste Bernadotte, un miltar francés que estuvo al lado de Napoleón y que luego llegó a reinar como Carlos XIV de Suecia, ese país escandinavo: “En cada desafío, el honor nos guía, la bizarría nos impulsa y el espíritu de cuerpo nos une, demostrando así la excelencia y valentía de una fuerza en batalla”.
Sin mencionar al general Ospina, el comandante lanza duras frases que se ajustan perfectamente a esa situación. “En este mensaje quiero invitarlos a reflexionar e interiorizar los valores que nos definen como militares de excelencia. El honor, la bizarría y el espíritu de cuerpo son fundamentales para nuestra labor y para el cumplimiento de nuestra misión”.
Agrega: “La lealtad, la fidelidad y los principios de un soldado no son negociables. Desde el momento en que hacemos el juramento de honor y nos comprometemos con nuestra bandera, la constitución y las leyes de nuestro país, asumimos la responsabilidad de defender los valores y principios que representamos. No hay excusa ni justificación para traicionar esos principios”.
El general Giraldo ordenó una investigación por los hechos revelados por SEMANA. En su última edición, este medio reveló cómo se ordenaron interceptaciones ilegales y seguimientos al profesor de inglés de la esposa del general Ospina.
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SEMANA mostró cómo en este proceso participaron varios destacados oficiales de inteligencia y contrainteligencia de esa institución, quienes buscaban conocer todos los movimientos del ‘Teacher’.
Además, una agente de contrainteligencia contó que al profesor lo tuvieron que vincular a otra investigación para poder seguirlo, teniendo en cuenta que Colmenares no registra antecedentes.
Giraldo ha dejado saber que permitirá que la investigación por lo sucedido sea imparcial. A su vez, envió este domingo, un día después de publicado el escándalo, este mensaje a los generales y almirantes que deja claro su sentir. Léalo completo, a continuación:
Mensaje 12 de noviembre de 2023
Estimados generales y almirantes, buenos días.
“En cada desafío, el honor nos guía, la bizarría nos impulsa y el espíritu de cuerpo nos une, demostrando así la excelencia y valentía de una fuerza en batalla”. General Jean-Baptiste Bernadotte.
Apreciados oficiales,
En este mensaje quiero invitarlos a reflexionar e interiorizar los valores que nos definen como militares de excelencia. El honor, la bizarría y el espíritu de cuerpo son fundamentales para nuestra labor y para el cumplimiento de nuestra misión.
El honor es la esencia de nuestro compromiso. Es el respeto a la ética, a los principios y a los valores que nos guían en cada acción que realizamos. El honor no solo se demuestra en el campo de batalla, sino también en nuestro actuar cotidiano, en el respeto a nuestros compañeros, a nuestras instituciones y a los ciudadanos que servimos.
La bizarría, por su parte, es la audacia y valentía que nos distingue como soldados. Es esa cualidad que nos lleva a enfrentar los desafíos con determinación y coraje. La bizarría nos impulsa a superar los límites, a no rendirnos ante las adversidades y a luchar incansablemente por nuestros ideales.
El espíritu de cuerpo es el lazo que nos une como una gran familia militar. Es la solidaridad, el apoyo mutuo y el compromiso de trabajar juntos, sin importar nuestras diferencias, en pos de un objetivo común. El espíritu de cuerpo es lo que nos permite ser más fuertes, más resilientes y más efectivos en el cumplimiento de nuestra labor.
Un soldado, más que nadie, comprende la importancia de la confianza y lealtad en el cumplimiento de su deber. Jamás debería traicionar la confianza depositada en él ni a la institución a la que sirve. Las ambiciones y los intereses personales nunca deben anteponerse al buen nombre y reputación de las Fuerzas Militares a las que pertenece.
La lealtad, la fidelidad y los principios de un soldado no son negociables. Desde el momento en que hacemos el juramento de honor y nos comprometemos con nuestra bandera, la constitución y las leyes de nuestro país, asumimos la responsabilidad de defender los valores y principios que representamos. No hay excusa ni justificación para traicionar esos principios.
Si alguno de nosotros comete alguna afrenta al juramento de honor que hicimos, debe enfrentar las consecuencias ante la justicia. Solo ella es quien tiene el poder de determinar si alguien es culpable o no. Jamás debemos poner en tela de juicio la institución, pues ella es sagrada y merece ser protegida en todo momento.
Como militares, debemos ser respetuosos de todas las instituciones del estado, ya que somos los guardianes de la constitución. Nuestra responsabilidad es garantizar la seguridad y el bienestar de nuestra nación, y esto implica mantener el respeto y la cooperación con todas las entidades que conforman el tejido de nuestra sociedad.
La cohesión y el respeto mutuo son fundamentales en el cumplimiento de nuestra misión. Nunca debemos permitir que nuestras acciones o intereses personales pongan en peligro la integridad y la credibilidad de las Fuerzas Militares. Solo a través de la dedicación, la ética y la lealtad inquebrantable podemos mantenernos como soldados dignos y ejemplares.
Como soldados, es nuestro menester mantenernos firmes en nuestras convicciones y principios, incluso cuando la maldad no tiene límite. Nos enfrentamos a diversos desafíos y amenazas, pero nunca debemos comprometer nuestra integridad, ni nuestro compromiso con nuestras Fuerzas Militares y nuestras familias. Debemos ser un ejemplo de honor y dignidad, actuando siempre de manera justa y manteniéndonos fieles a nuestra misión de proteger a nuestra nación y garantizar su seguridad.
Nuestra lealtad y dignidad hacia nuestras Fuerzas Militares y nuestras familias no debe vacilar. A pesar de las adversidades y los peligros que podemos enfrentar, debemos seguir honrándoles con nuestro servicio y sacrificio. Es nuestro deber mantenernos firmes en nuestro propósito, protegiendo a aquellos que amamos y defendiendo los valores en los que creemos. Solo a través de nuestro compromiso inquebrantable con la honorabilidad y la dignidad podemos enfrentar el mal y cumplir plenamente con nuestra responsabilidad como soldados.
Es fundamental que cada uno de nosotros interiorice estos conceptos y los aplique en nuestro accionar diario. Recordemos que nuestra labor no solo es defender a nuestra nación, sino también construir una Patria en la que la vida y la integridad de nuestros ciudadanos sean resguardados.
Como comandante general de las Fuerzas Militares de Colombia, tengo plena confianza en su honor, su bizarría y su espíritu de cuerpo. Sigamos trabajando juntos para alcanzar la victoria, sabiendo que con nuestra unión y determinación, todo lo imposible se vuelve posible.
Construimos patria en defensa de la vida.
Unión - Integridad - Victoria
Ante lo imposible, voluntad.
Un abrazo fraternal,
General Helder Fernan Giraldo Bonilla
Comandante General de las Fuerzas Militares”.