El suelo de Colombia sigue moviéndose. Este domingo 27 de agosto se registró un sismo de una magnitud de 3,6 grados en la escala de Richter, y una profundidad de 141 km, según informó el Servicio Geológico del país.
El epicentro fue en el municipio de Guapotá, en el departamento de Santander, a las 7:35 a. m.
El movimiento telúrico se suma al registrado el pasado sábado, ocurrido también en el departamento de Santander, pero en Los Santos. El sismo fue de una magnitud de 3,8 en la escala de Richter, y una profundidad de 148 km, y se reportó sobre las 00:27 a. m., según informó el Servicio Geológico Colombiano mediante la cuenta de X, antes Twitter.
Colombia es un país “sísmicamente muy activo, en el que la interacción entre las placas tectónicas de Nazca, Cocos, Sudamérica, y Caribe hace que se generen sismos en la mayor parte del territorio nacional. En promedio, en el país hay 2500 sismos al mes, pero la mayoría no son relevantes. Muchos de ellos ni siquiera son perceptibles para las personas, solo los detectan los sismógrafos”, indica el SGC.
Asimismo, la entidad, en el documento, responde varios interrogantes que inquietan a la ciudadanía. De hecho, explican que sismo, temblor y terremoto son fenómenos diferentes. En principio son sinónimos, pero “etimológicamente, la palabra terremoto hace referencia a un movimiento que se genera en tierra firme o área continental, no a la gravedad de sus efectos”.
“La ‘peligrosidad’ de un sismo, que se refiere a los efectos potenciales que un evento de este tipo puede tener en determinada región, depende de varios factores como la magnitud, la profundidad del foco sísmico, la distancia al epicentro, la geología local y la densidad de población en la zona, así como de la calidad de las edificaciones e infraestructura (vulnerabilidad)”, registra.
¿Cuánto puede tardar?
En ese hilo, muchas personas se cuestionan si existe una duración determinada para un evento sismológico. Ante el interrogante, el Servicio Geológico reveló que no hay un tiempo estimado para su prolongación. Lo que sí es posible es que haya réplicas (son movimientos sísmicos, de magnitud menor, posteriores a un sismo, que ocurren en la misma región).
“Esto es relativo, pues cuando hablamos de duración de un sismo nos podemos referir al movimiento que percibe el ser humano, al registro instrumental (puede ser de varios minutos) y al movimiento de la falla que originó el sismo (que puede ser de algunos segundos)”, explican.
Además, señalan que “existen tres factores que intervienen en la duración del movimiento: la distancia que hay entre el punto en que fue sentido y el epicentro, el tipo de terreno y el tipo de construcción en donde nos encontremos en ese momento”.
Asimismo, surge el interrogante de si es posible que este tipo de actividad sea predecible, pero sobre esto el SGC asevera que no.
Porque “todavía no existe un método comprobado científicamente que permita predecir la ocurrencia de un sismo en un sitio, así como su magnitud. Incluso si se lograra determinar dónde va a ocurrir, no se podría determinar los efectos que tendría en la superficie”.