La fórmula que lanzaron este martes David Luna, quien aspira al Senado, y José Daniel López, quien busca repetir curul en la Cámara, es bastante atípica. López arrancó hace 14 años repartiendo volantes para la campaña del entonces concejal David Luna, quien se lanzaba al Congreso, y hoy buscan estar juntos en el Legislativo. Son como maestro y alumno, un hecho bastante particular, en momentos en los que, en la mayoría de los casos, se buscan alianzas solo con miras a lograr más votos.

En diálogo con SEMANA, aseguraron que “el toro hay que cogerlo por los cachos y en ese sentido tenemos la responsabilidad de reforma el partido desde adentro”. Y lanzaron su fórmula con propuestas concretas: castigar severamente la reincidencia en los delitos, establecer normas claras para los contratos de prestación de servicios e incorporar la tecnología en ámbitos como la seguridad, la salud y la lucha anticorrupción.

SEMANA: ¿por qué lanzarse por Cambio Radical, un partido tan cuestionado?

JOSÉ DANIEL LÓPEZ (J. D. L.): sin duda los partidos tienen un común denominador de haber tenido personas involucradas en hechos de corrupción, pero uno quiere llegar al Congreso no solo a ganar likes o a salir en televisión, sino a inclinar la balanza en torno a las decisiones trascendentales para el país, y para eso es mucho más útil estar en un partido mayoritario.

Gracias al hecho de estar en un partido mayoritario logramos impedir que avanzaran las objeciones a la ley estatutaria de la JEP y hemos impedido que lo pactado en Cuba sea modificado en su estructura jurídica. Estar en un partido grande puede ser menos popular, pero es mucho más responsable con el país.

DAVID LUNA (D. L.): en lo público hay que hacer más que hablar. Hay que lograr resultados y por eso la experiencia es fundamental, para resolverles los problemas a los ciudadanos. Cambio Radical, además de ser un partido que hace, es una colectividad que hundió las objeciones de la JEP, hundió la reforma tributaria en la mitad de una pandemia y obviamente permite los disensos, como lo que está ocurriendo con el orangután que pretende trenzarle una mordaza al periodismo, nosotros no estamos de acuerdo con eso, pero hay sectores dentro del partido que lo apoyan.

Nosotros somos buenos para dar resultados y creemos que en un partido mayoritario tendremos la capacidad de ser el cambio dentro de Cambio. El toro hay que cogerlo por los cachos y en ese sentido tenemos la responsabilidad de reformar el partido desde adentro.

SEMANA: ¿qué les hace pensar que en 2022 Cambio Radical va a ser otra vez mayoría?

D. L.: más que los cálculos, que los votos y que las mayorías, lo que nosotros queremos es concentrarnos en las propuestas. Seguirle dando la espalda a la transformación digital es una equivocación, esa es una fuente enorme de empleo y de ingreso. Y en este partido, y particularmente en José Daniel y en mí, encuentran unos defensores de la seguridad ciudadana, que hemos hablado con contundencia de castigar frontalmente la reincidencia. Es con propuestas que se ganan los votos, no con cálculos políticos.

J. D. L.: si uno hace un análisis desapasionado de las listas de Cambio Radical encuentra una mezcla interesante entre figuras de opinión, como Nigeria Rentería, quien formó parte del equipo negociador del Acuerdo de Paz; una mujer como Juanita Cataño, y estamos David Luna y yo. Pero también unas figuras con una historia electoral muy importante que sí nos permite creer que Cambio Radical seguirá siendo uno de los partidos mayoritarios en el país. Si lo que queremos es tramitar reformas, tenemos que estar en el lugar donde estén los votos suficientes para impulsar esas reformas.

SEMANA: ¿esa fórmula David Luna–José Daniel López qué le ofrece al país?

J. D. L.: generalmente las fórmulas Senado-Cámara son uniones temporales para que un candidato y el otro consigan votos. Aquí es diferente, esta es una fórmula entre maestro y alumno, yo empecé el camino en la política como voluntario repartiendo volantes para David Luna en 2007, luego me ascendió a coordinador y diseñador de volantes, luego fui asesor de él en el Congreso, en su campaña a la Alcaldía, en el Ministerio del Trabajo... Luego este es un equipo que hemos construido desde hace 14 años. No es lo mismo un equipo que tiene muy buena nómina pero que se acaba de conocer, a uno que lleva mucho tiempo jugando junto.

Pero, adicionalmente, un común denominador entre David y yo es que los dos sabemos producir resultados. Cuando él fue concejal de Bogotá, fue reconocido como el mejor concejal de Bogotá, según el proyecto Concejo Cómo Vamos; cuando fue representante a la Cámara, fue premiado como el mejor por varios medios de comunicación; como ministro de las TIC siempre fue reconocido como el mejor. Y yo como representante a la Cámara he sido tres veces escogido como el mejor entre los partidos mayoritarios y he producido siete reformas útiles para el país.

D. L.: este es un equipo en el que se crece y la mejor demostración es José Daniel López, un hombre que arrancó repartiendo volantes y hoy es representante a la Cámara. Este no es un equipo en el que se cree que la política es una finca o una monarquía. Acá hay igualdad para todos. Pero más allá de eso, somos personas que entendemos que la política no es para hacer favores, sino para cumplir deberes. Lo hemos demostrado con cosas sencillas como contestar el teléfono, contestar el WhatsApp, nunca cambiar la oficina desde la que atendemos a la ciudadanía.

SEMANA: hablemos de las propuestas, ¿cómo hacer para que los ciudadanos puedan salir tranquilos a la calle sin el temor de que los van a robar?

D. L.: lo primero es la ley del garrote y la zanahoria. Tenemos un Código Penal elitista, en el que solo se sanciona al delincuente que se roba un bien de más de 150 salarios mínimos. Por eso creemos que se debe presentar una norma para sancionar realmente la reincidencia, de tal manera que en la primera captura el delincuente tenga una sanción; pero si hay una segunda captura, tendrá privación de la libertad en establecimiento carcelario más la multa, y a la tercera deberá pagar una pena muy severa. Ese es el garrote, pero la zanahoria es que Colombia -en el proceso de reconciliación en el que está hoy- necesita que en los próximos cinco años se iguale el presupuesto de cultura y deporte con el de defensa.

David Luna y José Daniel López se mostraron a favor de regular plataformas como Uber, Beat o Didi.

SEMANA: se les ha visto muy críticos con lo que está ocurriendo con los contratos de prestación de servicios, ¿qué proponen en ese sentido?

J. D. L: estamos ante la nueva forma de esclavitud moderna. Lo que prima hoy son los contratos de prestación de servicios, a las personas las contratan por dos meses, luego las dejan sin contrato por dos meses y posteriormente las obligan a trabajar gratis por un mes con la amenaza de no renovarles el contrato. Hay que reformar este asunto para que haya normas claras, como que a los contratistas de prestación de servicios se les reconozcan vacaciones.

D. L.: yo complementaría estas propuestas con un tercer punto que para nosotros es muy importante y es la tecnología. El principal enemigo de la corrupción es la tecnología, el mejor aliado para luchar contra el cambio climático es la tecnología, las mejores oportunidades para lograr que el servicio de salud sea más eficiente es la tecnología. Colombia le tiene temor a regular o desregular los temas en materia de tecnología porque hay unos grupos de presión establecidos, nosotros vamos a hablar de estos temas en el Congreso.

SEMANA: a propósito, ¿qué hacer con plataformas como Uber, Beat o Didi?

D. L.: lo primero es recordar que el ciudadano tiene derecho a elegir en qué se quiere movilizar, es increíble que el país se lo quiera imponer. En tecnología hay que tener presente una premisa de la tercera vía: el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario, no todas las nuevas tecnologías tienen que ser reguladas, porque si no nos ganan los vecinos. Lo tercero es que las plataformas digitales quieren tener unas reglas adicionales y están dispuestas, sin embargo, eso no se ha permitido porque de por medio hay otros intereses y lo que se necesita es un debate claro y abierto.

J. D. L.: resulta absurdo oponerse a esos cambios, es como cerrar las cortinas con la pretensión de que no salga sol. Las nuevas tecnologías llegaron y llegaron para quedarse y no le corresponde al Congreso decir si está o no de acuerdo con estos cambios, sino reglamentar y generar reglas de juego claras.