Por Ramiro Osorio, director general del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
En lo personal, la pandemia ha sido un acontecimiento que me ha transformado de manera muy notable el ritmo de vida. Asistía a todas las funciones que se llevaban a cabo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, tenía una vida social muy intensa (eventos culturales, espectáculos, actividades diplomáticas).
Estos cinco meses de confinamiento me han permitido continuar con mayor profundidad mi trabajo en modo virtual, además de disponer de tiempo para disfrutar del cine, las series, la música y poder leer con mayor deleite. Ha sido también en ese sentido un momento muy especial donde se afinan mucho los afectos, donde se precisa realmente lo esencial.
Hoy lo primordial es la salud. La conciencia de que si no me cuido me vuelvo un problema para los demás. El país se recuperará si todos somos corresponsables en lo económico, en lo político, en lo cultural y en la salud.
Hemos aprendido a ser más ecológicos, a comprar los productos nacionales, a estimular esas cadenas de valor que implican, en el caso de la cultura, la creación de nuestros artistas, y que esas obras puedan significar la posibilidad del sustento de los creadores. Apostar por lo nuestro es absolutamente fundamental para que volvamos a reconstruir el país.
Tenemos que dejar atrás esta crítica acerba e inmovilizadora, esta división que hay en el país. Proponernos realmente proyectos que de verdad nos ilusionen. Estamos en un momento de tal complejidad que tenemos que emprender apuestas grandes de país que hagan efectivos los derechos fundamentales como el de la vida, el trabajo, la educación y la cultura. Debemos ser generosos, incluyentes y respetuosos de las ideas de los otros.
Pienso que esto puede ser una oportunidad de mejora, que podemos salir mejores personas de esto. Tengo la esperanza de que seremos más ecológicos en lo natural y en lo cultural. En estos cinco meses la naturaleza se ha recuperado de manera extraordinaria; no lo echemos a perder. También nos hemos fortalecido en la medida en que hemos dimensionado el valor fundamental del amor, de la pareja, de los hijos, de la familia y de la amistad.
En estos cinco meses de aislamiento, nos hemos vuelto mucho más digitales y es muy importante continuar en ello. Debemos hacer lo posible para que el mayor número de personas trabajen desde su hogar, de esa manera descongestionamos las vías, el transporte público y contaminamos menos. Ahí está de nuevo el tema de la corresponsabilidad, ser responsables de todo, de la ecología, de que los contagios no se expandan por no cumplir los protocolos de bioseguridad; ser responsables también en nuestras inversiones, creer en el país, apostarle a Colombia.
Las manifiestaciones de la cultura y las artes han sido decisivas para sobrellevar estos tiempos de pandemia. El sector ha demostrado una inmensa generosidad. Su reactivación es una tarea y una responsabilidad de la sociedad colombiana en su conjunto.
Es clave que se profundicen los programas sectoriales emprendidos por el gobierno nacional y distrital para resolver la precariedad e informalidad; que se fortalezcan los estímulos a la creación e investigación cultural y artística; que se consolide una red de escenarios en todo el país que permita la circulación; que se creen espacios para hacer posible la corresponsabilidad como Cocrea, el fondo que desarrollará el decreto presidencial 697 que, gracias a una muy importante deducción tributaria, hará posible que el sector privado entre de lleno a cofinanciar instituciones y proyectos culturales, entre otras acciones. Y que los ciudadanos tengan la convicción de que cuando compran una boleta o hacen un aporte a un proyecto cultural, están contribuyendo a la construcción de una nueva ciudadanía.
Tengo una inmensa admiración y reconocimiento por mis compañeros del sector, por su lucha incansable, por su compromiso con el país. Mi recomendación es no cesar, continuar trabajando con rigor y capacidad visionaria. Estar unidos. Porque sabremos salir adelante de este desafío.