Este jueves, en el marco de la edición 50 del Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, el presidente de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), Nicolás Pérez Marulanda, anunció las propuestas y peticiones que tienen.
Pérez puntualizó que en el sector cuentan con “todo para ser atractivos, relevantes y buenos socios con cualquier Gobierno que llegue, y estamos listos para seguir trabajando por el campo colombiano y continuar facultando el desarrollo del país”.
Por este motivo, explicó que enviaron un documento a los candidatos a la Presidencia, en el que se identificaron las principales necesidades del sector, “que en muchas ocasiones son de carácter transversal para todo el campo colombiano”.
Las propuestas se dividen en tres grupos que se presentaron en conjunto con la Sociedad de Agricultores Colombianos (SAC).
En primer lugar, Pérez dijo que se debe alcanzar la seguridad alimentaria, promoviendo la jurídica de la propiedad rural, el crédito y el aseguramiento agropecuario, una política nacional de insumos agropecuarios, y la gestión integral del cambio climático.
“Todo esto busca garantizar la producción rentable de alimentos y su acceso por parte de la población más vulnerable económicamente”, aseguró.
En el segundo punto dio detalles sobre la importancia de garantizar la dotación de bienes públicos sectoriales y el presupuesto que lo acompaña. Incluiría también inversión en vías terciarias, seguridad y orden público, conectividad digital, distritos de riego y fortalecimiento de las entidades.
En el tercer apartado aseguró que desde ya solicitaron una política rural de largo plazo y la institucionalidad que garantizaría una estabilidad de las políticas públicas rurales, más allá del Gobierno que llegue. Esto fortalecería las actividades agropecuarias.
Vale la pena recordar que el director de Planeación Sectorial de la entidad, Andrés Felipe García, dijo que estiman que la producción de aceite se mantenga en 2022, respecto a las cifras obtenidas en 2021, y explicó que el año pasado la producción fue cercana a las 3,4 toneladas por hectárea cultivada.
Para el mediano y el largo plazo, el objetivo de la federación es que la producción nacional ascienda hasta las cinco toneladas, en promedio, y enfatizó en que esta cifra es posible, puesto que “hay productores que han llegado hasta las diez toneladas de aceite por hectárea hoy”.
De igual manera, García explicó que el consumo de aceites vegetales crece en el mundo por dos factores. “Principalmente, porque la población aumenta y porque el ingreso medio global ha subido, particularmente en países en desarrollo, lo que les permite equilibrar su ingesta calórica, donde el aceite es parte fundamental”, manifestó.
Y resaltó que el aceite de palma se caracteriza porque es más económico que los demás, es más productivo y tiene un mercado global en crecimiento.
En ese sentido, enfatizó en que el objetivo principal de la federación no es incrementar el número de áreas de cultivo, sino la productividad y que se mejoren los ingresos de los cultivadores, “y que ellos decidan libremente, el mercado es el que manda la parada”.
El año pasado hubo producción récord en la historia de la palmicultura colombiana, pese a que la de área es muy marginal. Más o menos del 1 %, pero la producción aumentó en 12 %, “ahora el reto es mantener e incluso incrementar la productividad”, dijo.
“Esta es errática, pues depende de si hace mucho o poco sol, de si llueve mucho o poco, o si atacan las plagas y las enfermedades, si se aplicó el fertilizante adecuadamente y en el momento en que correspondía”, dijo.