Este 8 de febrero, en medio de un acto público en el Parque Simón Bolívar del municipio de Pradera, Valle del Cauca, la Tercera Brigada del Ejército Nacional pidió “excusas” a los familiares de la víctimas que murieron a manos de militares de la división militar mencionada, bajo el modelo de ejecuciones extrajudiciales conocidas como falsos positivos.

Los hechos se habrían presentado el 8 de febrero de 2008, cuando uniformados asesinaron a Darvey Mosquera Castillo y Alex Hernando Ramírez, afirmando que estos habían muerto en medio de un combate a la 3:00 de la mañana en la vereda Java, de la ciudad de Manizales, Caldas. Al parecer, ese mismo día intentaron asesinar a José Didier Marín Camacho, sin embargo, al militar que debía cometer el crimen se le dañó el fusil y no pudo continuar, por lo que Marín logró huir con vida.

“Uno de los agredidos, José Didier Marín Camacho, quien también fue reclutado en Pradera por el soldado Palacios Prado y luego llevado hasta el lugar acordado, con el fin de asesinarlo, se salvó de morir ya que al soldado encargado de dispararle se le encascaró el fusil, situación que aprovecho (sic) para huir de la emboscada, esconderse y al otro día regresar a la población de Pradera”, explica la Jurisdicción Especial para la Paz con respecto al caso de este joven.

Entre tanto, en medio del acto público que debió haberse realizado hace varios meses, el Brigadier General William Fernando Prieto Ruiz, comandante de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, afirmó que esta división era responsable del crimen y pidió excusas a los afectados.

“Excusas públicas, una obligación que tenemos, que demanda la ley y es un fallo, parte de esa forma de resarcir las cosas”, fueron las palabras de Prieto Ruiz, recalcando que era deber de ellos tras la orden del Consejo de Estado, como una de las acciones necesarias para reparar a las víctimas.

Es de recalcar que la JEP reveló en uno de sus documentos que este tipo de ejecuciones extrajudiciales eran cometidas por los uniformados, con el objetivo de sumar bajas en combate, de supuestamente, militantes de grupos armados ilegales. “La Fiscalía cuenta con la documentación que informa de los reconocimientos (permisos y felicitaciones) que les otorgaron a los militares involucrados, deduciéndose de los elementos probatorios hasta ahora obtenidos, que este era el objetivo perseguido por ellos a realizar tal acción criminal”, confirmó el ente creado por el acuerdo de paz con las Farc.

Los principales responsables de estos asesinatos, habrían sido condenados a siete años de cárcel por el Tribunal Superior de Manizales, por los delitos de homicidio agravado. Los procesados son Jose Harbey Peña, Carlos Eduardo Mogrovejo, Javier Albeiro Dorado, Deimar José Ipia, Germán Bermúdez, Robinson Ruiz y Alonso Iván Palacios.

Según la Organización Movimiento de víctimas, Darvey Mosquera trabajó “como vendedor de ropa al lado de su padre en el municipio de Buenaventura. Al cumplir 18 años se empleó como contratista cortando semillas de caña de azúcar, para los ingenios azucareros Cauca y María Luisa, a los 20 años se fue a prestar el servicio Militar”.

Mientras que Alex Ramírez “fue arquero de la selección Pradera de Fútbol en la categoría prejuvenil. Todos lo recuerdan como un joven muy alegre. Inicio su vida laboral como ayudante de construcción a los 17 años. Durante seis años se dedicó a la labor de perforación para instalación de tuberías de gas, razón por la cual acepto el llamado del falso contratista que lo llevó engañado lejos de su casa para ser asesinado por el Ejército el 7 de febrero de 2008″.