Las fuerzas de seguridad mexicanas detuvieron a varios hombres que presuntamente habían secuestrado un avión de la compañía Aeroméxico que cubría la ruta Cancún-Ciudad de México. Antes de ser capturados, los presuntos secuestradores exigieron hablar con el presidente del país, Felipe Calderón. El secretario de Comunicaciones y Transportes de México, Juan Molinar, informó que no se encontró ningún explosivo en la aeronave y que los secuestradores nunca llegaron a entrar en la cabina de los pilotos. Según medios locales, los hombres que viajaban en el vuelo 576 tomaron control del avión y exigieron al piloto dar varias vueltas alrededor de la capital mexicana. El colaborador de BBC Mundo en México, Alberto Najar, informó que el avión finalmente descendió y fue dirigido al área del aeropuerto de Ciudad de México destinada a alertas de bombas. Con la intervención de las fuerzas de seguridad, todos los pasajeros y la tripulación fueron sacados de la aeronave, mientras los supuestos secuestradores fueron detenidos. El tráfico aéreo sobre la ciudad no se suspendió.