Una llamada de emergencia al 123 de la Policía en San Andrés dejó al descubierto el horror de un caso de asesinato que habría ocurrido en la isla por estos días. El macabro hallazgo de un cuerpo desmembrado dentro de una bolsa negra tiene consternados a los habitantes del archipiélago y en alerta a las autoridades.

El caso se registró en un sector de la laguna Big Pond, en el sur de la isla, desde donde según las autoridades salió la llamada por un presunto paquete sospechoso en el sitio.

De inmediato uniformados de la Policía, Sijín y CTI de la Fiscalía llegaron al lugar que había sido indicado en la llamada y descubrieron al interior de la bolsa las partes de un cuerpo humano que había sido descuartizado.

Hasta el momento es muy poca la información que se tiene y la Policía solo ha indicado que se encuentran adelantando labores de investigación judicial y recolección de pruebas para lograr dar inicialmente con la identidad de la víctima, conocer los posibles móviles e identificar a los responsables.

Este caso se suma a los terroríficos hechos ocurridos en la capital del país en donde en varias ocasiones fueron encontrados cuerpos desmembrados dentro de bolsas plásticas por enfrentamientos que adelantan varias organizaciones criminales en diferentes zonas de la ciudad, todo por el control del tráfico de drogas. Esta banda en particular se enfrentaba a una de origen venezolano conocida como el Tren de Aragua, a quienes también se les atribuyen varios casos de cuerpos embolsados.

Sin embargo, el caso más reciente de desmembramiento ocurrió en la ciudad de Cali, donde padre e hijo serían los culpables de asesinar y desmembrar a dos mujeres en el sector de Siloé.

La historia cuenta de dos mujeres, Karen Gissel Canelo y Elisabeth Alejandra Rojas, de 21 y 17 años, quienes salieron de sus casas en Yumbo, Valle del Cauca, con destino a Cali, y nunca regresaron. Las mujeres no imaginaron que la invitación a una fiesta que un hombre les hizo por redes sociales terminaría tan mal para ellas.

La investigación adelantada por las autoridades explica que en la tarde del 19 de agosto de este año, las víctimas se encontraron en el sector Brisas de Mayo de Siloé, en Cali, con Germán Evelio Ñáñez y su hijo, John Michael Lenis Arias, con el objetivo de departir en una vivienda.

Testigos vieron entrar a las mujeres a la vivienda en compañía de Germán e incluso aseguraron haber visto a una de ellas, con actitud tranquila, en el balcón. Esos fueron sus últimos momentos con vida de los que se tiene registro, pues ese mismo día fueron asesinadas y desmembradas por los hombres dentro de la casa, para después abandonar sus restos en diferentes lugares.

Sus restos fueron encontrados en dos días y lugares distintos: el 20 de agosto, en una alcantarilla del sector, ubicada a pocos metros de la vivienda donde se cometieron los crímenes, investigadores hallaron restos de piel de las dos mujeres y una prenda de vestir, y el 28 del mes en mención, a orillas del río Cañaveralejo, detrás del cementerio de Siloé, se encontraron las extremidades de la menor de edad. Los brazos y las piernas de Karen Gissel no han sido hallados.

Las investigaciones y pruebas recaudadas por los investigadores permitieron allanar la vivienda de los hombres. Los análisis de la escena del crimen permitieron fortalecer las sospechas de que padre e hijo son los presuntos asesinos de las mujeres. En el predio encontraron manchas de sangre que habían sido limpiadas y que no se veían a simple vista, pero sí con equipos especializados.

Siga leyendo la nota aquí: