Como una de las regiones “más pobres y olvidadas de Colombia” define el reconocido diario The Guardian al departamento de La Guajira. Un equipo de reporteros recorrió los polvorientos caminos de las rancherías y encontraron que la situación es devastadora. Una región en la que los niños mueren de hambre y sed bajo elevadas temperaturas que no tienen compasión. Una situación que ya ha sido registrada por medios nacionales, pero que ahora cobra trascendencia para medios del mundo. (Lea: ¡La Guajira S.O.S!). Los reporteros se percataron de una situación que las autoridades del país aún no resuelven. Los wayuú, una comunidad indígena que constituye casi que la mitad de la población de este departamento, no tienen agua, ya que el principal afluente, el río Ranchería, se ha secado por cuenta de la intensa sequía y la sobreexplotación. Calmar la sed en La Guajira es una lucha constante. Comer es el milagro de cada día. El rotativo conoció a David, un pequeño de tres años que aún no sabe caminar ni hablar por la desnutrición, solo pesa 6,7 kilos y usa pañales de un bebé de cinco meses. “Está mejorando”, dijo su abuela Alcira Epieyú y agregó que “hasta hace unos meses usaba pañales para un recién nacido”. Que los niños mueran por la falta de alimento y de sed se ha vuelto parte de un registro, una situación a la que las autoridades le hacen el quite. En el artículo quedó resaltada la incoherencia entre lo que plantea el Gobierno y lo que allí sucede. El diario británico recogió las cifras oficiales, reveladas hace unos meses por el propio presidente Juan Manuel Santos, que daban cuenta de que solo 26 niños murieron de desnutrición en 2013 en La Guajira, 48 en 2014 y 11 en el primer semestre de 2015. Cifras que son rechazadas por los líderes de la comunidad, puesto que aseguran que estas no son la verdadera radiografía de lo que sucede en las entrañas del departamento. Javier Rojas, líder de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Wayúu Shipia, le aseguró a The Guardian que desde el pasado mes de febrero se ha registrado la muerte de por lo menos 25 niños, y calcula que al menos 400 han fallecido en los últimos tres años por las mismas causas. "Tengo informes semanales de la muerte de al menos tres niños", dijo. Lo más absurdo de la situación es que, en su mayoría, los niños wayuú mueren por causas que son evitables. The Guardian además consultó al procurador Alejandro Ordóñez, quien no dudó en señalar que La Guajira se hunde no por la sequía, sino por la corrupción de sus dirigentes que se han “robado” los dineros de las regalías. El reportaje revela que los líderes wayúu acudirán ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para obligar al Estado colombiano a que les garantice su acceso al agua. Más aún cuando allí está la principal mina de carbón del país, Cerrejón, cuya explotación está en manos de las multinacionales BHP Billiton, Anglo American y Xstrata Coal, y donde se gastan en promedio 2.700 metros cúbicos de agua al día. En el reportaje también se consultó al portavoz de estas compañías, Carlos Franco, quien aseguró que el problema de la región no es el uso que ellos hacen del agua, sino que “el dinero para los acueductos ha sido robado una y otra vez”. La Guajira es uno de los departamentos más desiguales, según el DANE. También de los más olvidados. Últimamente ha acaparado titulares por la captura de su exgobernador, 'Kiko' Gómez, por la corrupción de sus dirigentes, y por la muerte de sus niños. Ahora estos titulares trascienden las fronteras, y en el mundo ya se empieza a hablar de La Guajira por ser “una de las regiones más pobres y olvidadas de Colombia”.