La controversia por la incautación y posterior eutanasia de 40 peces que estaban en el acuario del centro comercial Atlantis ha crecido a una proporción insospechada, incluso para los propios animalistas que no han dejado de cuestionar el procedimiento y de señalar que hubo improvisación de parte de la Alcaldía. Lea: Polémica por sacrificio de 40 peces exóticos en BogotáAnte el mar de controversias y especulaciones sobre lo ocurrido, el secretario de Ambiente, Francisco Cruz, salió a dar las explicaciones sobre el operativo realizado el 2 de enero. Para la entidad, la única solución era aplicar la eutanasia a los animales, un decisión que se tomó al día siguiente de la incautación para evitar poner en riesgo la biodiversidad del país.Puede leer: “No había otra salida que el sacrificio de los animales”: secretario de AmbienteCon la declaración del secretario parecía que se le ponía punto final a esta polémica. Sin embargo, el tema no está cerrado del todo por cuenta de la evidencia de la existencia del tiburón Bambú que estaba en el acuario. El tiburón fue la única especie que no fue sacrificada, ya que fue retirado por empleados del centro comercial horas antes del operativo.La pregunta por el paradero del tiburón Bambú quedó planteada luego de que se conociera que no existía registro de la supervivencia de esta especie. Se trata de un pez que nació el 28 de diciembre en el acuario y que se había constituido en su principal atracción por la rareza y porque por días permaneció en una incubadora adaptada en el acuario.Precisamente, fue este tiburón bebé el que generó la indignación que desató el operativo. En redes sociales apareció la imagen y el reclamo por la forma en que vivía el animal, que debía permanecer en un lugar oscuro. Semana.com indagó por la suerte del tiburón.Le puede interesar: ¿Dónde está el tiburón bambú del Atlantis?Aunque en el centro comercial declinan dar una respuesta, existe un mensaje de Twitter previo en el que señalan: “hemos decidido extraerlo de nuestro acuario y enviarlo a uno especializado en el que podrá ser alimentado de manera individual”.Este portal conoció que el animal es alimentado en solitario y sigue vivo.Para la Secretaría, el tiburón, al igual que los otros peces, es una especie foránea que puede constituir un peligro para la biodiversidad por lo que el animal debe ser entregado a la la entidad.Incluso el secretario señaló que las personas encargadas de la administración de Atlantis "deben decir dónde está el tiburón Bambú. Tienen que responderle a la comunidad qué hicieron el pez, porque hay evidencias de que estaba en el centro comercial”.El tema no es de poca monta, al considerar que el secretario anunció investigaciones no solo por la tenencia de los animales, también por la desaparición del tiburón. “Atlantis tiene que responder tanto a la autoridad penal porque hay un delito ambiental como a la Secretaría para que digan dónde se encuentra y cómo se adquirió”.¿Qué va a pasar si la Secretaría encuentra el tiburón o los responsables del centro comercial deciden entregarlo? Es una pregunta que ronda entre los animalistas. El secretario Cruz dijo que no hay duda de que “si lo logramos incautar, hay que llevarlo al centro de recepción y nuestros técnicos tienen que evaluar todos los aspectos y recomendar la decisión final del tiburón”. ¿Podría correr la misma suerte de los otros 40 peces?“La decisión de eutanasia está contemplada en la ley”, añadió el secretario luego de una contrapregunta. El tiburón, el único sobreviviente del acuario de Atlantis, es el centro de la nueva polémica.