Suena el primer Tik Tak de hoy miércoles 14 de septiembre en SEMANA y suena por los lados del despelote energético que comienza a vislumbrarse en el país, mezclado con la explosiva -pero desgraciadamente inevitable- alza de los precios de la gasolina y, más lentamente, los del diésel.
Es absolutamente inverosímil que por cuenta de la protesta y los bloqueos de una comunidad parcial, que ha impedido que la empresa Enel realice los mantenimientos preventivos que requiere la hidroeléctrica de El Guavio, bajo tal gravedad no se descarte que en diez días pueda dejar de funcionar por completo.
Entre ayer y hoy dejaron de funcionar dos turbinas, cada una generadora de 250 megavatios: estamos al borde de perder la generación de 5.000 gigavatios hora/año que surten energía a dos millones de hogares colombianos. Pero por lógica, por pura lógica, si hay menos oferta de energía las tarifas se pondrán más altas, ¿y ahí quiénes serán los que protesten? Pues todos.
No obstante, ni el gobernador de Cundinamarca, ni los alcaldes de los lugareños de la carretera, ni el ministro de Transporte, ni nuestra inteligentísima ministra de Minas, Energía y decrecimiento han sido capaces de darle una solución al problema de El Guavio, que amenaza con la estabilidad energética de todo el país. Es la nueva democracia: unos pocos perjudicando a la mayoría.
Por cierto, en la misma línea, ¿en qué quedaron las 48 horas de plazo que el ministro de Defensa les dio a los invasores de tierras antes de sacarlos a la fuerza con la Policía? Pues que pasaron las 48 horas y ni se fueron los invasores, ni llegó la policía y, por el contrario, a diario se siguen presentando nuevas invasiones que, como los bloqueos a la entrada de la hidroeléctrica de El Guavio, no encuentran ninguna resistencia de la autoridad.
En cuanto a la subida de la gasolina, será injusto y equivocado echarle la culpa al gobierno Petro. El déficit del Fondo de Estabilización, que no es de 10.000 billones, como dice la ministra de Minas, sino de diez billones, de todas maneras una bomba de tiempo, es consecuencia del alza del petróleo y combinada con el alza de la inflación y con una política de subsidios que toleró que creciera el gobierno anterior por cuenta de las urgencias de la pandemia.
Por eso no hay duda de que esa medida el país debe asumirla con resignación y con paciencia, porque se necesita urgentemente. Colombia paga en la gasolina más baja de América Latina después de Venezuela y Bolivia.
Otros planes del gobierno Petro son bastante más discutibles, como utilizar abusivamente los fondos de pensiones privadas de los colombianos, u ofrecerles un estímulo económico a los jóvenes que hoy están vinculados con bandas criminales o de narcotráfico para que vuelvan a estudiar.
¿Y qué pasará con los jóvenes que se han mantenido en la legalidad para los que no hay premio para ayudarlos a estudiar y que también lo necesitan? Son ideas y propuestas que lanza este gobierno y que a las pocas horas o a los pocos días se empiezan a ahogar en el mar de las inconsistencias.
Escuche el segundo Tik Tak de María Isabel Rueda de hoy 14 de septiembre:
Tik Tak: ¿es posible que Ucrania le gane a Rusia?
Varios reveses de los invasores rusos hacen pensar que esto va más allá de la valentía del pueblo ucraniano. Es verdad que Putin ha ido perdiendo territorios tomados, pero aún está presente la amenaza de una ofensiva nuclear. Escuche a María Isabel Rueda.
Suena el segundo Tik Tak de hoy miércoles 14 de septiembre en SEMANA y suena por los lados de algo que se viene comentando y comentando cada vez con mayor fuerza: será realista, pero prematuro, predecir que Rusia perdió la guerra contra Ucrania.
Es decir que ya no se trata solamente de la valentía de los ucranianos para defenderse de la invasión, sino de que por primera vez es real la posibilidad de un triunfo del ejército dirigido por Zelenski. La razón de tanto optimismo es que en los últimos días Ucrania ha logrado recuperar más de 20 ciudades.
En los pocos días en los que el presidente Zelenski ha ordenado una contraofensiva ha resultado ser muy efectiva. El hecho cierto es que los rusos se han visto obligados en varios casos a retroceder para concentrarse, en reversa, en protegerlo lo ya ganado
La situación ya se menciona en cifras. Lo recuperado por Zelenski en ocho días, según afirma el ahora analista de las páginas del periódico El Tiempo, el exembajador Mauricio Vargas, es el doble de lo ganado por Rusia en dos meses. Las tropas rusas huyen hacia los bosques, dejando atrás fusiles, artillería y tanques, que ahora los ucranianos utilizan para repeler a su invasor.
En Rusia está absolutamente obstruida la información acerca de esta invasión. Aunque ya están apareciendo críticos de voces que defendían a Putin y lo apoyaban, pero que ahora lo acusan de haber cometido muchos errores en el frente de batalla. Incluso, ya aseguran que el ejército ruso ha perdido a la mitad soldados que ha desplegado.
Ese fracaso empieza a ser avalado por las propias autoridades de Estados Unidos, como William Burns, director de la CIA, que tiene porque saber. Porque además de sus bajas militares, la invasión le ha salido muy costosa económicamente a Rusia, sanciones de Washington y sus aliados con embargos comerciales y bancarios no han caído en el vacío.
Pero claro que Rusia también tiene a Europa del cuello en materia de cortes en el suministro de gas, cuyos habitantes miran con pánico las perspectivas de literalmente congelarse el frío en el invierno. Es enorme el costo de la ayuda militar que Occidente le ha ofrecido a Ucrania. La Otan se ha fortalecido luego de largos años de letargo, pero lo que sí ha resultado una sorpresa mayor es que el temido ejército ruso ha dejado ver enormes fallas de funcionamiento, enormes debilidades.
Eso aún deja muchas dudas sobre si es realista decir que Ucrania les está ganando la guerra a los rusos. Queda todavía la peor salida, que es una ofensiva nuclear de Putin; y la mejor salida, que sería una negociación de paz. Pero la conclusión es que lo que Putin pensó que iba a ser, como decimos aquí, mamey, ha resultado un camino de espinas. Ucrania aún no le pertenece a Rusia y puede que nunca más vuelva a hacerlo.