Suena el primer Tik Tak de hoy viernes 20 de enero en SEMANA, y suena por los lados de Davos, Suiza, donde el presidente confirmó que el objeto de su visita era la discusión acerca de la sustitución de la matriz exportadora de Colombia, lo cual, su polémica ministra de Minas, la activista Irene Vélez, ratificó enfáticamente y sin tapujos: “No vamos a conceder en Colombia nuevos contratos de exploración ni exportación de gas y de petróleo”.
Hasta pocas horas antes del viaje del presidente y de su ministra a Suiza, teníamos entendido que la posición era más reflexiva hacia ese necesario viraje de nuestra economía a fuentes energéticas no fósiles. Pero la pasarela internacional tiene sus atractivos, sus imanes, y la ministra de él resolvió desfilar por ella en su propio bikini. Es decir, sin tapar (ya no más, no más, tapen, tapen) la intención de dejar a Colombia, lo más rápido posible, sin carbón, sin petróleo y sin gas.
Irónico, o más bien cruel, que el anuncio coincida con la escasez de combustible impuesta en Nariño por la violencia invernal que se ha ensañado con la carretera Panamericana, que tiene a cientos cocinando con leña o haciéndose como puedan estufitas eléctricas que les permita cocinar su sustento diario.
Dos reacciones importantes ya se produjeron con el bikini de la ministra. Las del expresidente Iván Duque, para quien en este anuncio equivale a un suicidio del país. Porque, según él, no hay productos que puedan sustituir a corto o a mediano plazo. Más del 40 % de las exportaciones y más del 30 % de la inversión extranjera directa en el país que dejan estos productos. Vaticinó que esto generará más incertidumbre y una gran salida de capitales.
Tiene razón el expresidente en que la posición de este gobierno se equivoca y nos aleja de la posibilidad de una transición energética responsable si no se mantienen las fuentes de ingresos. Porque hoy, dice el presidente Duque, el 75 % de nuestra matriz económica depende del agua y vamos hacia 14 y 20 % de energía renovables.
Otra reacción fue la de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, cuyo presidente, Kiko Lloreda, en un comunicado de prensa expresa que el Gobierno viene de anunciar que sometería tan drástica decisión, anunciada por la ministra del bikini en Davos, antes que nada a un estudio del potencial de hidrocarburos del país. De un análisis de los contratos de exploración y explotación suscritos y del tiempo que Colombia necesitará de esta industria para su diversificación exportadora y la sustitución de los ingresos fiscales y de regalías.
Que dicho estudio, dice Lloreda, pues no existe. Entonces, primero, el Gobierno dice que no, después que sí, y ahora nuevamente que no, definitivamente no habrá más contratos de petróleo y de gas. Y en Davos se escucharon las primeras críticas a la posición del presidente colombiano, porque una cosa es hacer el rimbombante anuncio y otra explicar cómo se hará esa transición. Lo primero se hizo y lo segundo le faltó.
Tik Tak: Twitter para gobernar e insultar
Trinar sigue siendo el instrumento favorito del presidente para gobernar y, por qué no, para insultar. El turno le tocó al fiscal, al que prácticamente acusó de ser amanuense de la mafia. Luego de conversar con él desde Davos, le reconoció, sin embargo, algo de razón en sus más recientes decisiones y anunció que (en lugar de insultarlo) se reunirá civilizadamente con Barbosa, cara a cara, el 30 de enero. Ojalá sí le llegue… Escuche a María Isabel Rueda.
Suena el segundo Tik Tak de hoy viernes 20 de enero en SEMANA, y suena por los lados del desencuentro del fiscal Barbosa con el presidente Gustavo Petro, que ha seguido evolucionando.
Primero, por la negativa del primero de levantar órdenes de captura de narcos, y segundo, por su decisión de citar bajo juramento al director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) a que en lugar de citar a mesitas de trabajo mediáticas, se dirija a la Fiscalía y haga allí las denuncias sobre la corrupción en la entidad de la que dice estar enterado, pero que hasta ahora solo ha explotado de manera bastante vaga en los medios de comunicación.
Ayer el presidente sorprendió con un fulminante trino atacando al fiscal de manera desproporcionada e insultante, en lo cual Petro es un profesional. Dijo: “No sé qué le pasa al fiscal, pero su decisión sobre la SAE solo hace feliz a la mafia”, y termina con una frase que lo desnuda: “Los jueces inmolados no importaron, la riqueza de la mafia retorna a la mafia”.
No se debe estar refiriendo probablemente a la Corte Suprema de Justicia, esa sí inmolada por el grupo guerrillero al que pertenecía el presidente Petro en momentos en que Petro estaba preso, pero él pertenecía en la época de la toma del Palacio de Justicia que evolucionó hacia la inmolación de los magistrados.
Se espera incluso un apoyo a la independencia y potestad del fiscal de las Cortes y en general del Poder Judicial, pero como generalmente le sucede al presidente Petro, luego de tan insultante trino, quiso limar asperezas con el fiscal Barbosa y le sacó tiempo a su bomba de dados para llamarlo insistentemente por teléfono y cuadrar una cita de entendimiento el próximo 30 de enero, aceptando que el fiscal tiene razón, por lo menos, en algunos de sus planteamientos, como puede ser el de su potestad para no levantarles la orden de capturar a los campos extraditables y descitar al director de la SAE para que le explique bajo juramento qué es lo que ha encontrado allá, cuál es la corrupción que he encontrado, que le explique.
El fiscal le había pedido respeto al presidente, porque es que prácticamente lo graduó de amanuense de la mafia, ¿y qué más beneficia a los mafiosos que quien los quiere sacar de la cárcel? Le contestó el fiscal.
Además le dijo que él no es subalterno de Petro. Sin embargo, Barbosa reiteró la necesidad de una colaboración armónica entre poderes. La reunión del 30, cara a cara entre el presidente y el fiscal, es la forma civilizada de resolver desacuerdos, pero esa manía de gobernar e insultar por Twitter definitivamente no es sana y no sirve.