Suena el segundo Tik Tak de hoy lunes 13 de junio en SEMANA y vuelve y suena por los lados de los petrovideos, porque a Gustavo Petro le interesa más aclarar quién los grabó, que por qué en su campaña se reveló una orquestación para acabar con la honra de los candidatos Fico Gutiérrez, Sergio Fajardo y Alejandro Gaviria.
Una campaña sucia en toda su extensión que incluso intentó presentar a Fico como un depravado, por quienes las mujeres no deberían votar, ni confiar sus hijos, ni confiar a sus padres. Violencia verbal y estratégica, en toda su extensión, cuando el debate debería estar apuntando más bien a la paz social y a los debates de alto calibre político que el país agradecería.
Pero esto ya se fue así, nos tocará mirar hacia otras latitudes para encontrar temas de Estado. Por ejemplo, el que se abre en Estados Unidos ante la urgencia de tomar medidas para el control de la venta de armas.
Allá se ha puesto de acuerdo el bipartidismo ante los cada vez más frecuentes tiroteos masivos en escuelas y supermercados, para aunque sea tomar unas medidas mínimas para restringir la compra de armas por menores de 21 años. El problema es que las medidas suenan más a pañitos de agua caliente que apuntarle, literalmente, al corazón del problema de la tenencia de armas.
Ahora resulta que la violencia doméstica es distintamente sancionada si la persona está casada, caso en el cual se le restringe la tenencia de armas, que si está soltera. Y que los enfermos mentales de todas maneras no pueden comprar armas.
Pero cómo será el asunto de grave y de difícil que un acuerdo de diez congresistas demócratas con diez congresistas republicanos sobre lo mínimo de lo mínimo es considerada una victoria en pro de la restricción del uso de armas en el país, pero muy lejos de las propuestas del gobierno Biden de prohibir la venta pública de rifles de asalto, por lo menos, en menores de edad.
Es increíble que sea tan difícil en Estados Unidos llegar a una legislación que impida que mañana se vuelva a aparecer en un colegio un joven disparando a diestra y siniestra; pero volverá a suceder, porque en Estados Unidos las armas no solo son un tremendo negocio, sino una profunda ideología.