A las 7:59 minutos de la mañana suena el segundo Tik Tak de este viernes 10 de diciembre en SEMANA, y suena por los lados de la extradición del famoso cerebro de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, que fue aprobada por el Tribunal de Apelación de Londres y que lo pondría en manos de la Justicia de Estados Unidos por cargos de espionaje.

Pero han sido muchos años en los que este hombre, un personaje de película, ha evadido no solo esta extradición, sino en general a la justicia, asilado varios años en la Embajada de Ecuador en Londres. Enfrentará en Estados Unidos 17 cargos por espionaje que incluyen obtener secretos militares y documentos diplomáticos relacionados con, por ejemplo, las guerras en Irak y Afganistán, que le podrían dar hasta 175 años de prisión, ¡175!

Pero la aprobación de su extradición ya despierta grandes polémicas. Por un lado, se alega la fragilidad de su salud mental y, por otro, delicadas implicaciones para el periodismo y la libertad de prensa. Había fundado WikiLeaks en 2006 y a partir de entonces Assange se dedicó a publicar filtraciones que le facilitaba, entre otros, un analista de la inteligencia de la Armada de Estados Unidos y otras fuentes anónimas.

Assange filtró con respecto a Estados Unidos un cuarto de millón de documentos diplomáticos. Cuando comenzaron sus problemas legales por filtrar y espiar información de seguridad nacional se asiló en la embajada ecuatoriana en Londres desde 2012, mientras ese gobierno le resolvía una solicitud de asilo.

Pero ahí comenzó su largo peregrinaje, porque en Londres había la amenaza de arrestarlo si llegara a poner un pie por fuera de la embajada rumbo al Ecuador, donde en ese entonces el expresidente Rafael Correa decía que lo esperaba con los brazos abiertos. Todo le cambió a Assange ya bajo el gobierno de Lenín Moreno: el asilo se le complicó bastante, le comenzaron por exigir que pagara sus servicios de internet y que pagara la limpieza de los desechos de su gato.

Moreno pronto lo acusó de violar su derecho al asilo, permitió hasta que Estados Unidos lo espiara al interior de su refugio y en 2019 permitió su arresto en la propia embajada que ahora lo tiene ad portas de su extracción. 12,6 millones de libras esterlinas le costó al Reino británico mantener vigilancia policial sobre la Embajada de Ecuador para que Assange no se les volara y Ecuador gastó 3,7 millones de libras esterlinas en protegerlo en su embajada.

La hazaña de Assange incluye haber filtrado millones de documentos calificados por él mismo, por el propio ‘hacker’ australiano, como una gigantesca biblioteca de los documentos más perseguidos del mundo. Vamos a ver si finalmente Estados Unidos logra su extradición porque Assange todavía tiene unos recursos, pero si la logra, ¿qué contará Assange de sus andanzas por los computadores del mundo?

Escuche el Tik Tak de María Isabel Rueda sobre la ‘ley mordaza’ en Colombia: