Suena el primer Tik Tak de hoy lunes 6 de marzo en SEMANA, y suena por los lados del ministro del Interior, Alfonso Prada, porque su talento de estadista -como con frecuencia nos referimos a él, cariñosamente claro- en esta sección floreció bajo una prueba reina: la primicia que dio Day, la exesposa de Nicolás Petro, acerca de los diez cupos en la burocracia del Gobierno que le habría adjudicado al hijo del presidente Petro.
Los WhatsApp publicados por SEMANA no dejan una impresión alentadora francamente sobre los funcionarios públicos y la forma en que este Gobierno los está buscando, los está eligiendo y los está contratando. Lo de méritos, jajá, olvídelo; aquí se asignan cupos según quien sea el favorecido, todo parece indicar. La nueva palabra de moda no son puestos, son cupos, ese es el Gobierno del cambio.
A su exesposa, Day, Nicolás Petro tuvo el cariñoso gesto de reservarle uno de esos diez cupos para que le hicieran el favor a algún amigo, algún abogado amigo. Ella le dijo en esos WhatsApp que de momento no se le venía nadie a la mente, “amor, la que sea, el que sea”, le dice Nicolás, “lo importante es no perder el espacio”. Finalmente, ella terminó enviando la hoja de vida de una amiga.
Los otros nueve cupos, advierten, Nicolás los repartió así: “Tres los voy a dar para Ciénaga, uno para ayudar a mi mamá -buen hijo, francamente- y cinco para el tema político de Barranquilla”. Esta plaza es de claro interés para Nicolás, allí comenzó a surgir políticamente, llegando a ser diputado del departamento y hasta ahora apoyando a un candidato para la gobernación de Atlántico, Máximo Noriega. Pero cuando el nombre de este último quedó salpicado con las platas de Nicolás, pues el hijo del presidente anunció el retiro -por ahora- de la actividad política, incluso de la campaña de Máximo Noriega, a ver si logra salvarla..., lo que está por verse.
Otro caso bien llamativo es la evidencia de que la sucursal regional del Sena en Córdoba, semejante entidad encargada de la formación de colombianos, fue entregada precisamente a Nicolás Petro. Pero también hay que mirar con lupa el departamento de prosperidad social DPS, cuya directora, Cielo Rusinque, admite que sí, tuvo reuniones con Nicolás Petro, pero ella niega que se hayan dado puestos.
Sin embargo, coincidencialmente, el secretario general de la entidad del DPS tuvo que renunciar por un audio muy sospechoso, parece, hablando de una licitación. Un abogado que además está siendo investigado por las irregularidades que le han surgido a las cuentas de la campaña presidencial de Gustavo Petro.
Todo esto se traduce en que a este gobierno le estaban apareciendo a sus ocho escasos meses de posesionado unas grietas que indican que hay problemas en su concepción de manejo del Estado y por hechos como la botada de los tres ministros y unas despelotadas reformas presentadas ante el Congreso también estaría fallando su manejo político.
El ministro Prada anuncia que dará explicaciones al respecto, veremos si el estadista puede satisfacer la indignación de la opinión por, primero, su criterio para repartir cupos en la burocracia del Gobierno y, segundo, de otra de sus más recientes polémicas porque no hizo nada para evitar los llamados de alarma de la Procuraduría ante lo que venía en el Caguán, y su interpretación de que lo que para el país fue un secuestro, para Prada -como estadista que es-, fue un bonito cerco humanitario gracias a ese maravilloso instrumento que es la guardia campesina. Vamos a ver.
Tik Tak: protesta social, con pasaporte diplomático
Los ecos de lo sucedido en Los Pozos, Caguán, indican que la protesta social será constante bajo este gobierno, y que aunque sea violenta, todo se le tolerará, incluyendo actos terroristas. Y si secuestran hoy policías, mañana soldados, es probable que los refuerzos para su defensa, como en el Caguán, nunca lleguen. Escuche a María Isabel Rueda.
Suena el segundo Tik Tak de hoy lunes 6 de marzo en SEMANA y suena por los alarmantes hechos del Caguán, que dejan ecos sobre hacia dónde va este país, administrado bajo tres nuevos criterios.
El primero, un pasaporte diplomático para la protesta social, en lo que al parecer todo vale, incluyendo los actos terroristas, si son en el marco de la protesta social. Resulta inverosímil que el ministro del Interior finalmente se haya hecho presente allá en Los Pozos, en el Caguán, para avalar el tratamiento que recibieron 78 policías y uno más asesinado, de parte de 300 campesinos, de los que se investiga si actuaron instrumentados por las disidencias de las Farc.
A la petrolera china Emerald Energy le están exigiendo una suma multimillonaria como pago compensatorio ambiental y social, un cobro hasta extorsivo, hay que decirlo, por la actividad petrolera que esta empresa ejerce en la región.
El otro criterio, el segundo, que es muy probable que vamos a ver repetidamente bajo este gobierno, es que la protesta social se calma concediendo todo tipo de gabelas. Lo que por ejemplo concedieron el estadista Alfonso Prada y la ministra de Minas, Irene Vélez, en Los Pozos, a los secuestradores de los 78 policías y asesinos de un subintendente, es insólito.
Lo primero es que para que no los lleguen a investigar por esos delitos, la justicia sería reemplazada por una comisión mixta de derechos humanos que acompañará a los campesinos, para evitar que les aparezcan delitos derivados de esta protesta social, es decir, a tapar todo.
Pero igual de escandaloso como precedente es que el Gobierno se comprometa a estudiar la viabilidad jurídica de suspender el contrato de exploración de hidrocarburos de esa empresa, Emerald Energy, en la zona, o sea, a entregar la actividad petrolera.
El tercer criterio del futuro manejo del país que ya se está haciendo evidente, luego de los graves hechos del Caguán, es que si hay que auxiliar a la fuerza pública, sean soldados o policías desarmados, como eran estos últimos en los hechos de Los Pozos del Caguán, pues cuando resultan cercados violentamente por una protesta social, los altos mandos, interpretando la filosofía del actual gobierno, los instruirán para que aguanten mientras los refuerzos nunca llegan, ignorando los pedidos de auxilio que les envían los policías.
En este caso, este es el producto de haber transformado el Esmad en un cuerpo de boy scout de diálogo social, en el que en estado de indefensión y evidente inferioridad en número, son enviados a polvorines, amenazados por la protesta popular violenta. Y al final, ni resuelven el problema por el que fueron desplazados y terminan siendo evacuados, luego de haber sido humillados de su misión, la cual les fue encomendada. Estos son los tres criterios bajo los cuales vemos, se avecina, un futuro muy incierto para el país.