Suena el primer Tik Tak de este viernes 17 de junio en SEMANA por los lados de la mamadera de gallo que, a dos días de las elecciones, recibió como respuesta de los candidatos la insólita orden de un magistrado del Tribunal Superior de Bogotá de ponerles cita en RTVC para debatir el día de ayer.
Una medida judicial tan absurda como fue esta sentencia de tutela resultó un circo. Cuando se levantó el telón por primera vez, Rodolfo Hernández le dijo sí al debate y puso sus condiciones. Jamás sabremos si su intención era acudir a la cita o no, pero el hecho fue que Petro le cogió inmediatamente la caña y dijo que le respondía sí a todas las condiciones.
Como este llegó hasta a escoger a sus compromisarios, Petro también movió sus fichas y mandó a su jefe de debate, Alfonso Prada, a la autoridad de televisión, después de que previamente le anunciaran a uno o a los compromisarios de Rodolfo que iba para allá y que allá lo esperaba, o en persona o virtualmente. Pero todo a las carreras estaba planeado para que los compromisarios del ingeniero no alcanzaran a llegar y Petro pudiera acusarlo, como realmente sucedió, de incumplir su compromiso.
Cuando se levantó el telón por segunda vez, ambos candidatos se estaban acusando mutuamente de haber incumplido el fallo de la tutela. Rodolfo dijo que él sí cumplió, porque aceptó el debate y puso sus condiciones. Y Petro dijo que él también cumplió porque tocó a las puertas de la RTVC.
Y mientras tanto, se venció el plazo de las 48 horas que impuso el magistrado del Tribunal para una cita que casi era imposible de cumplir. Lo único que le faltaría a este circo es que ahora sea acusado de desacato uno o ambos candidatos, lo cual podría producir pena de arresto. No faltaría más que, o el candidato que resulte electo, o el que termine derrotado, o ambos, resulten arrestados como final de este sainete en el que se manoseó la democracia, se judicializó la libertad de expresión e hizo el ridículo la justicia.