Álex Saab sigue haciéndole el quite a la justicia de Estados Unidos, refugiado en un pequeño país en las costas de África del que nadie había oído nombrar en Colombia hasta que el polémico hombre acusado de ser testaferro de Maduro lo tomó como su sitio de refugio. María Isabel Rueda cuenta en qué va esa novela.
Las jugadas jurídicas de Saab han sido innumerables en los 10 meses que lleva de detención. “Y nada que lo extraditan, a pesar de que Saab ha perdido en varias instancias y ha ganado su demora en otras. Es un juego en el que se le cierra una puerta y a su vez se le abre una ventana”.
Saab tiene una segunda esposa que vive en París y busca tener la nacionalidad italiana. El tribunal de apelaciones de Barlovento autorizó que la señora vaya a acompañarlo a Cabo Verde, algo que el país aún no ha confirmado. En ese contexto, Saab dijo algo hilarante: “Cabo Verde está sentando un precedente peligroso, iniciando una práctica que China y Rusia están observando y que, tarde o temprano, puede producir un efecto búmeran que afectará tanto a EE. UU. como a él”.
“¿No suena a una amenaza de guerra mundial? ¡Increíble!”, sostiene Rueda.