El proyecto de ley que prepara el Gobierno con el fin de reglamentar el derecho a la protesta puede complicarle el camino a Iván Duque. Según María Isabel Rueda, el Gobierno puede quedarse con el pecado y sin el género. El pecado: la idea de que se quiere restringir la protesta pacífica. El proyecto busca que se tipifiquen nuevos delitos relacionados con el vandalismo.

María Isabel recuerda que en varias ciudades del país, como Armenia, los jueces han dejado en libertad a los vándalos que han capturado en flagrancia. Muchos lo hacen con el argumento de que gestos como tirar piedras son actos legítimos, pero esa mirada tiene sus complejidades. El vandalismo destruyó el 90 % del MIO en Cali y el 40 % del TransMilenio en Bogotá. ¿Qué se debe hacer?

La periodista asegura que el proyecto para reglamentar la protesta tiene otro punto en contra: puede pasar lo mismo que con la reforma tributaria y, lejos de zanjar el problema, lo agrandaría más.