Suena el segundo Tik Tak de hoy miércoles 13 de julio en SEMANA y suena por los lados del nuevo embajador de Colombia ante la OEA, el exmagistrado de la Corte Constitucional Luis Ernesto Vargas, también nombrado en ese cargo por Twitter, como se está gobernando en los orígenes de estos nuevos cuatro años de gobierno en Colombia.
Fue presidente de la Corte Constitucional y magistrado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Su carrera en la Rama Judicial ha sido bien meritoria, desde que fue juez en Suesca hasta que llegó ascendiendo hasta la más alta corte del país.
Lo que sí puede ser criticable, y no fue el único de la Corte en esas circunstancias, es que el nuevo embajador Vargas mezclaba -cuando era magistrado- su magistratura con asesorías a entidades del fútbol como la Comisión Arbitral. Supongo que ad honorem, pero no deja de ser reprochable que un magistrado de la Corte Constitucional le saque tiempo de su importante labor, ya que por lo general la entidad se mantiene colgada en sus fallos, para dedicárselo al fútbol.
Ese es un reproche que sí se le puede hacer al nuevo embajador ante la OEA, pero no es el único magistrado vinculado con el fútbol, el exmagistrado Alberto Rojas protagoniza otro episodio en momentos en que se ha visto recientemente envuelto en escándalos que tienen que ver con el periodismo, supuestamente por organizar un concierto para delinquir en compañía de una periodista con el objeto de extorsionar de distintas maneras a personajes del país.
Pero al doctor Alberto Rojas, incluso expresidente de la Corte Constitucional, según la Unidad Investigativa de El Tiempo, lo vetaron como candidato para llenar una de dos vacantes en el comité disciplinario del campeonato y en la comisión disciplinaria por “Estar cuestionado en muchas cosas”. El magistrado Rojas se tiene que sentir muy mal de que una entidad como la Dimayor, que no se caracteriza propiamente por tener una imagen impecable y no estar metida en frecuentes polémicas, pues salga el veto tan vergonzoso a su nombre por su cuestionado comportamiento.
De manera que no son buenas las relaciones de magistrados de la Alta Corte con el fútbol, en una por dedicarle tiempo de su magistratura a una actividad ajena a ella y el otro por terminar vergonzosamente vetado y cuestionado. ¿Qué tal?, por la propia Dimayor.