A las 7:04 a. m. suena el segundo Tik Tak de hoy miércoles 23 de febrero en SEMANA y suena por los lados de la coalición Equipo por Colombia y lo que está sucediendo en su interior con las posibilidades de alrededor de quién sería su ganador.
Porque cada vez es más evidente que Álex Char no está en ella por relleno, como se pensaba al principio, que iba a fungir de precandidato, pero que su misión era aportarle millones de votos de la costa a quien ganara esa consulta. Pero con el paso de los días se ha hecho evidente que el hombre de la cachucha raída y uno de los mandatarios más populares, pero más controvertidos de la costa, va hasta el final.
Bajo el riesgo, muy probable, de que mientras logre convertirse en el candidato oficial de esa coalición, ya como candidato a la Presidencia de la República resulte inviable por los problemas que le han surgido con la justicia por cuenta de Aida Merlano.
El asunto es que al ganar la consulta, el ganador está legalmente obligado a continuar hasta la segunda vuelta, o sea, si lo que quería Álex Char era ganar la consulta y demostrar que él es un candidato con muchos votos y retirarse, pues no va a poder hacerlo; aquí no hay devolución posible.
Y mientras tanto los encuentro supuestamente casuales de la congresista María Fernanda Cabal con el propio Álex Char y con Fico Gutiérrez, lleva a preguntar si una de las figuras políticas más fuertes del Centro Democrático está pensando en romper una directriz un poco absurda de su partido, de que como su candidato oficial, Óscar Iván Zuluaga, no está en ninguna de esas campañas los del Centro Democrático deben abstenerse de votar en las consultas.
Instrucción que algunos de sus propios militantes, y entre ellos podría figurar la Cabal, consideran torpe porque mientras los votos uribistas se pueden volver muy útiles para definir los resultados de una consulta, de no participar le dejarían abierta la puerta a la izquierda para que en estas consultas den una muestra de fuerza.
Mientras tanto, no hay duda de que en materia de campañas publicitarias y de la platica millonaria que cuesta hacer una buena cuña, que llegue al público y además que circule por los medios en los horarios pico, pues la cuña de los candidatos del Congreso por el Nuevo Liberalismo se lleva todas las palmas.