Suena el primer Tik Tak de este lunes 29 de agosto en SEMANA y suena por los lados de los cambios en materia de extradición, porque si nos generan preguntas en Colombia, ni se diga en Estados Unidos.
El domingo, en una entrevista con El Tiempo, el exembajador en Colombia Kevin Whitaker dio una importante pista sobre cómo le han caído a Estados Unidos los anuncios que Colombia suspende la extradición. La primera reacción -bastante huidiza- la había dado una comisión de la Casa Blanca a la que Petro le soltó la noticia y que respondió que el Departamento de Justicia tendría que intervenir en el tema de todas maneras.
Whitaker fue más claro, porque Estados Unidos ya había aceptado esa medida cuando se negoció el acuerdo de paz con las Farc, que precisamente incluía de manera expresa que los guerrilleros de las Farc no serían extraditados después de firmar los acuerdos de paz. La excepción, claro, fue San Jesús Santrich, santificado recientemente por el canciller Leiva en este gobierno y quien sin lugar a dudas sí reincidió no solo en la guerra, sino en el narcotráfico.
Pero ahora la no extradición favorecerá a todos los narcos y delincuentes en general de las bandas que acepten la invitación de acogimiento del gobierno. Entonces Whitaker, aclarando primero que Estados Unidos no hará ni dirá nada que pueda parecer un obstáculo para la paz, a continuación añade que esta ha funcionado históricamente.
Porque cerca de 2.000 delincuentes extraditados han enfrentado de manera efectiva la justicia en Estados Unidos, y que, por lo tanto, las partes interesadas en el tema, entendiendo desde luego que una de esas partes es Estados Unidos, podrían irritarse si se realizan cambios de manera unilateral y por decreto en el tema de la extradición.
Y a continuación Whitaker añade que si eso hace el presidente Petro, llevaría a que para los aliados tradicionales de la reelección bilateral con Colombia, refiriéndose a los partidos demócrata y republicano, el presidente sea encasillado preventivamente como socialista o castrochavista, y que la turbulencia en la relación antinarcóticos facilita traducir esas preocupaciones de política exterior al ambiente de política interna.
Es decir que la política del actual Gobierno colombiano podría convertirse en Estados Unidos en batalla electoral total. Lo que quiere decir el embajador Whitaker es que Colombia tenga cuidado con lo que propone en materia de extradición y que por ningún motivo se salte a Estados Unidos.