Suena el primer Tik Tak de hoy miércoles 9 de marzo en SEMANA y suena por los lados del pragmatismo de Estados Unidos con Venezuela y la cortada de pita en la que queda Colombia en esas relaciones con los venezolanos.
Porque el presidente Biden, en vista de las sanciones económicas que impuso sobre Rusia, que implican la suspensión de las importaciones de petróleo, gas y carbón arteria de la economía rusa, resolvió ponerle los ojos a Venezuela, pues Estados Unidos dejará de recibir el 8 % de sus importaciones de energía por cuenta de cerrar este conducto con los rusos.
No es mucho, porque Estados Unidos es un país muy autosuficiente energéticamente hablando, pero como los tiene que reemplazar volteó a mirar a Venezuela, porque ya el costo actual de la gasolina en Estados Unidos se nota a través de una elevadísima inflación que tiene encendidos los ánimos entre republicanos y demócratas.
Pero Estados Unidos no está solo con estas medidas. Europa, que no es productor y depende más de esas importaciones rusas, va más despacio aunque existe el compromiso de irlas disminuyendo gradualmente, y mientras tanto los precios del petróleo, por los cielos. Los analistas no descartan que llegue a 250 dólares por barril en los próximos días y hasta por encima.
En medio de todo esto, a Colombia la toma por sorpresa que la que se dice su potencia aliada ya está haciendo acercamientos de gobierno con el señor Maduro, algo que no imaginábamos posible porque mientras tanto aquí seguimos embarcados en la política con Juan Guaidó y con cero video y cero audio entre los dos países.
No sabemos si la cita del presidente Duque, que por fin se confirmó para mañana, con el presidente Biden tenga que ver con ese cambio de opinión frente a Maduro, a cuyo régimen Estados Unidos tiene castigado con sanciones que están aún vigentes y que eventualmente a cambio del petróleo o de este gesto político, como lo queramos mirar, tendrían que levantarle.
Pero a Maduro no le queda fácil esa maniobra tampoco. Por un lado, por su cercanía con los rusos, y por el otro, su producción petrolera está a niveles históricos mínimos por cuenta de la incompetencia y corrupción del régimen. Así Maduro prometa que puede subir su producción a tres millones de barriles, ello no se ve fácil porque actualmente produce apenas un poquito más de 750.000 barriles diarios.
Y es que Maduro es muy dependiente de los bancos rusos, pues también lo golpean las sanciones a sus finanzas porque si Estados Unidos y los europeos les cierran a los bancos rusos sus circulación, el efectivo de Maduro no se podrá mover tan fácil, entonces tendrá que escoger y manejar muy bien el timón de sus intereses.
Y se nota que ya lo está pensando, porque de un apoyo y respecto a Rusia ahora ha pasado un discurso pacifista, mas aún ayer soltó a dos exfuncionarios de circo una refinadora de Estados Unidos que Maduro mantenía presos políticos acusados de golpistas.
Esta nueva posición de Estados Unidos nos deja colgados de la pita figuradamente hablando; el próximo gobierno de Colombia tendrá que pensar muy bien qué es lo que le conviene más al país con su vecina Venezuela, si poder darles algún manejo diplomático a nuestras diferencias grandísimas o si seguimos como venimos. El hecho claro es que la guerra en Ucrania irónicamente la puede estar ganando Maduro.