Suena el primer Tik Tak de este lunes 8 de agosto en SEMANA y suena por los lados de, obviamente, la posesión presidencial de Gustavo Petro, porque hay que reconocer que el evento le salió bien.

Comencemos por los detalles estéticos: la Plaza de Bolívar llena hasta rabiar, una muy sobria y, sin embargo, imponente decoración de las columnas del Capitolio con vegetación, llena de flores de arriba a abajo.

La primera orden presidencial de carácter militar, como supremo comandante de las Fuerzas Militares, fue traer de inmediato la espada de Bolívar a la tarima de la posesión, que aparentemente no había podido salir de la Casa de Nariño por un problema de autorizaciones relacionadas con la póliza que protege esa reliquia, que ha sido objeto de varios robos como simbolismo que eligió el M-19 cuando hizo su aparición en el escenario político nacional.

No cometió, sin embargo, el presidente Petro el exceso de sacar la espada de la urna y esgrimirla, lo cual, pues, no era imposible que sucediera, pero habría rallado en la ridiculez. No obstante la avalancha de simbolismos, la ceremonia fue muy sobria, comenzando por la presentación de su familia y a la cabeza la primera dama altísima, imponente, aunque el diseño de su vestido blanco, desde luego muy alusivo al tema de la paz, tenía una inmensa semejanza a los hábitos que utiliza el papa.

La marcha del presidente con la Plaza Mayor de las Fuerzas Militares produjo un muy tranquilizador mensaje de institucionalidad, que fue indudablemente la gran ganadora de la jornada.

Como característica, quién sabe si coincidencial o deliberada, entre la familia presidencial saliente y su principal equipo presidencial que recibió al presidente entrante a las puertas del Palacio de Nariño, reinaba en la indumentaria el color estrictamente negro.

Mientras tanto, la vicepresidenta Francia Márquez, una estrella de la jornada con su mensaje impactante de que la dignidad se tiene que volver costumbre en Colombia, estaba vestida, como es usual en ella, con alegres colores y una gran gorgora blanca.

Y la escogida para recibir al presidente con la banda presidencial, que ya se había estrenado en Caño Cristales, fue la hija del líder del M-19 Carlos Pizarro, la congresista María José Pizarro, quien estaba vestida con una llamativa chaqueta, en la cual sobre la espalda se veía estampada la imagen de su padre y, si no me engañaron los ojos, tenía puestos unos tenis blancos, algo bastante inusual en una posición presidencial, pero se le veían muy bien.

En fin, un evento ―repito― altamente sobrio, que dejó un buen sabor, por lo menos ceremonial en el primer día de la era Gustavo Petro. En el próximo Tik Tak, lo de fondo, fondo.