Suena el primer Tik Tak de hoy miércoles 22 de febrero en SEMANA, y suena por los lados de la habilidad política que nuevamente despliega el senador Roy Barreras, quien francamente es extraordinario.
Porque entre quimio y quimio está dando una lucha frontal contra el cáncer que lo afecta, pero le saca tiempo, le saca fuerza y le saca ganas, para, por ejemplo, cerrar la noche de ayer en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, escenario político por excelencia, donde se juega toda la etiqueta de todas las convocatorias políticas que se hacen con una faena que pocos como él logran que resulte mejor.
Presentó su nuevo partido, La Fuerza de la Paz que, como lo había anunciado este Tik Tak, tiene el claro propósito de recoger santistas, pero sin que Barreras tenga la menor intención de apartarse del Pacto Histórico, al que pertenece. Roy, quien ha recorrido prácticamente todas las vertientes políticas existentes en el país, tuvo un gran protagonismo bajo el gobierno Santos en la elaboración del acuerdo de La Habana, hasta que después aterrizó en la izquierda, pero cuando le conviene, saca su banderita de centro.
Es decir, con Petro está lo de los cambios sin abstenerse de criticar duramente a ministros como la de Salud por terca y arrogante. Y con Santos, Roy se siente de legatario de la antorcha de la paz.
Pero que todas estas movidas las haga protegido por la coraza de un nuevo partido, el suyo propio, al que ha bautizado La Fuerza de la Paz, indica que si la lucha por su salud se lo permite, el senador Barreras estará, no lo duden, de candidato presidencial.
Es que, como un político tan hábil, sabe el senador Barreras que la primera etapa que debe cumplir es colocar fichas propias en las elecciones de octubre, o por lo menos tener manejo de sus avales, que seguramente en muchos casos irán en coalición con apoyos del Gobierno. Ayer Roy incluso llevó al lanzamiento en su partido al actual ministro del Interior, el estadista Alfonso Prada, que nada tenía que estar haciendo en el lanzamiento de una convocatoria política de naturaleza electoral, como no fuera para reivindicar su origen santista y para no dejarse quitar su papel de ministro del Interior de vocero del Gobierno que por momentos le opaca el protagonismo de Roy.
Pero como alguien podría alegar que con su presencia claramente estaba participando en política, el estadista Prada no dudó en explicar con su frente en alto que su presencia en el lanzamiento del partido santista de Roy se debía su deber de asistir a estos escenarios para hacer una rendición de cuentas. ¿El estadista Prada estará presto a aceptar o a hacerse presente en el lanzamiento de cuanto nuevo partido político se lance o se reencauche en este momento en que estamos en una explosión de partidos y partidos de garaje, todo con miras a la campaña electoral de octubre?
Pero volvamos nuevamente a la habilidad política de Roy. Con sus críticas a la ministra de Salud marcó una independencia del Gobierno, pero no lo suficiente a pesar de la avalancha de críticas del propio Pacto Histórico, como para desembarcarse de la izquierda. Hábilmente, dejó ayer sellado el santísimo con la facción de más de izquierda del partido de gobierno, eso sí, todo bajo el paraguas del centro. ¡Moñona, senador Roy!