A las 6:00 a. m. suena el primer Tik Tak de hoy viernes 3 de marzo en SEMANA y suena por los lados del nuevo escándalo que salpica al presidente Petro. Se ve obligado, como primer mandatario que es, a pedir una investigación a la Fiscalía acerca de la conducta de su hermano Juan Fernando y su hijo Nicolás, ambos por asuntos distintos, aunque en el pedido del presidente ―quizás por habilidad― están empaquetados en el mismo esquema.
A Juan Fernando Petro lo investigarán en el marco de una trama en la que unos abogados habrían cobrado dinero a narcos presos para que les abran camino con gavelas penales y todo en la ‘paz total’. Pero a su hijo Nicolás, sin embargo, la investigación se le hará por un motivo, como digo, distinto y es que, según su señora, Day Vázquez, le contó en exclusiva en entrevista a Vicky Dávila en SEMANA que su exesposo Nicolás se la pasa pidiendo y recibiendo plata de conocidos y desconocidos personajes del hampa, y hasta de empresarios del mundo normal empresarial. Que supuestamente Nicolás Petro habría pedido para la campaña de su padre, pero que según Day al final los desvió Nicolás para apropiarse de estos.
El mismo es hoy diputado por Atlántico, y por lo tanto la investigación develaba deber abarcar su propia campaña, y una conducta que rayaría no sólo en los delitos de financiación ilegal de campañas sino hasta de lavado dinero y de tráfico de influencias.
Porque las plantas estarían recibiendo a cambio de alguna gestión en los entornos políticos de Nicolás Petro, por ejemplo, figura el famoso hijo del ñoño Elías y una aparente cuota de una seccional regional del Sena en Córdoba. Pues nada más y nada menos tendrá que investigar la Fiscalía de Francisco Barbosa, quien en las últimas horas se ha visto obligado a escarbar en los proyectos de ley del Gobierno, el último de ellos, el de la ley para humanizar las cárceles, donde estarían metiendo un mico para la suspensión de la ejecución de la pena de cotizados narcos.
En las investigaciones que pide el presidente Petro contra su familia aparecen conocidos personajes de escándalos anteriores, como el famoso guajiro Santa Lopesierra, narco y contrabandista de cigarrillos mejor conocido como el Hombre Marlboro, que se hizo célebre durante el cuatrienio del expresidente Ernesto Samper.
El hombre Santa Santander Lopesierra fungió como muy cercano en sus actividades con los Sarria, Jesús y su esposa Elizabeth de Sarria, fuertes aportantes de la entonces campaña presidencial samperista. Ella, Elizabeth ya fallecida, quedó en el registro de la memoria de los colombianos como la inolvidable monita retrechera.
Otro reciclado es el Ñoño Elías, apodo de Bernardo Miguel Elías, quien fungía de poderoso senador en épocas del gobierno Santos. Formó parte de lo que en su momento se llamó los ñoños y las musas, este último apodo, en la atención a que el ñoño hacía pareja en sus actividades con musa de Sailey, otro congresista de la época.
A ambos se les atribuye la ayuda que recibió el presidente Santos para evitar que fuera derrotado por su entonces contendor Óscar Iván Zuluaga, quien le habría sacado ventaja en la primera vuelta. Pero muy pronto ñoños y musas pasaron de héroes a villanos, cuando se descubrió su vinculación con el escándalo Odebrecht y el cartel de la toga, y de paso comprarse al fiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno.
Es decir, con todos estos delincuentes reciclados, o en cuerpo propio, o encuentro, o cuerpo ajeno a través de sus esposas, de sus hijos, con todos sus delitos viejos, y ahora con los nuevos posibles delitos por los cuales el presidente le pide al fiscal que investigue a una parte de su familia más cercana, se podría hacer un buen capítulo de la Enciclopedia del delito en Colombia