A las 6:10 a. m. suena el segundo Tik Tak de hoy miércoles 22 de marzo en SEMANA y suena por los lados de Nicolás Petro, el estadista, porque le salió competencia al otro estadista del Gobierno el ministro del Interior, Alfonso Prada, el del cerco humanitario y el de los cupos que no son cupos, según él, pero pueden ser puestos.
Es que ahora resulta que los ministros se reunieron con Nicolás Petro, pero para hablar de temas de Estado, no para repartir cupos en la burocracia del Estado; distingan. Como aseguró que lo hizo Prada con Nicolás Petro su exesposa Daysuris Vázquez.
Por ejemplo, uno de los que se reunió con Nicolás Petro fue el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, que en respuesta a una solicitud de SEMANA admitió que sí se reunió por lo menos una vez con el hijo del presidente en su despacho, ¿y de qué hablaron? Pues de ahí es donde sale la conclusión de que Nicolás Petro resultó un estadista desconocido, pero muy importante, y no el líder de un entramado corrupción, tráfico de influencias y lavado de dinero, respeten, por lo que actualmente lo investiga la Fiscalía.
Pues el ministro Ocampo dice que Nicolás Petro habló con él de asuntos de la entidad como, y los enumera: el tributario, las regalías, la salud y la reformas laborales y pensional. Qué interesante sería saber qué le aconsejó en su sapiencia Petro júnior al ministro de Hacienda acerca de estos temas tan técnicos y tan espinosos, pero eso sí, según el ministro Ocampo, no hubo por parte de júnior ninguna sugerencia sobre temas de contratación.
Otra ministra con la que se reunió Petro Junior fue con la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien le dijo a SEMANA que invitó a júnior a su despacho en calidad de diputado para conversar con el joven estadista acerca de temas relacionados con problemáticas socioambientales del Atlántico y diálogos sociales vinculantes. Y como Ocampo, también lo niega la ministra Muhamad que en esa conversación se hubiera tocado el tema de la contratación.
Aunque júnior fue acompañado a esta reunión con su amigo Germán Londoño, que según lo relatado por Daysuris fue tan querido que le ayudó a la pareja a trasladar 50 millones de pesos de Bogotá a Barranquilla, aún no se sabe por qué no lo podían hacer por la vía bancaria como el resto de la gente, pero bueno, muy querido ese amigo.
De la reunión de Petro júnior con el director del Sena, Jorge Londoño, asegura que fue un encuentro meramente social, entonces tiene que ser pura coincidencia y no una cuota, calumnias de sus enemigos, que la Regional del Sena en Córdoba resultará asignada según Daysuris a quien Nicolás Petro señaló como beneficiario, una ficha del senador Musa Besaile.
Falta saber de qué hablaba la ministra de Minas con el hijo del presidente, pero permítanme adivinarlo; Irene Vélez y Nicolás Petro tuvieron sendas, sesudas y profundas discusiones acerca de cuándo sería prudente suspender la producción de petróleo, gas y carbón en Colombia para acelerar la instalación de energías limpias.
Y la ministra recibió muy buenos consejos de Petro júnior, no en calidad de hijo del ejecutivo, sino de estadista que es sobre cómo compensar los recursos de los combustibles fósiles que el Estado hoy invierte en tantísimas necesidades sociales de los colombianos. De manera que vean ustedes, no tiene este gobierno un estadista, sino dos.
Escuche aquí el primer Tik Tak del día de hoy:
Tik Tak: el escudo nacional se volvió subversivo
De un día para otro no se pueden mentar dos palabras: libertad y orden. Porque este mensaje, enviado por gobernadores y alcaldes al Gobierno, esconde en realidad un intento de tumbar al presidente. Es decir, un golpe de Estado. Mejor sería que en las generosas facultades especiales que pide el mandatario, pueda derogar el escudo. Escuche a María Isabel Rueda.
A las 6:00 a. m. suena el primer Tik Tak de hoy, miércoles 22 de marzo, en SEMANA. Y suena por los lados del escudo nacional. Porque ayer decíamos que 18 gobernadores y alcaldes lo habían desempolvado para enviarle un mensajito al Gobierno, recordándole las dos sencillas palabras de lema del escudo: Libertad y orden.
Estos mandatarios están preocupados por el incremento del desorden público en sus regiones y resolvieron entonces recordarle al Gobierno que el Ejército y la Policía deben estar patrullando el territorio y protegiendo la población, y no acuartelados en espera de que las bandas criminales cumplan los tales ceses al fuego que firmaron supuestamente con el Gobierno en una muy mala estrategia, ideada por el presidente Petro y su comisionado de Paz, Danilo Rueda, para moldear su muy romántica ‘paz total’.
Es que no hay nadie que no quiera esa paz total, pero muchos son los que no tienen la menor intención de renunciar a sus actividades ilegales millonarias para acogerse a sus beneficios.
Pero, sin ningún compromiso previo, el Gobierno del presidente Petro resolvió poner fin al confrontamiento armado pactado de este cese al fuego. Convirtiéndose así en una verdad de aquí para allá, pero en una mentira de allá para acá. Es decir, el Estado cesó el fuego, pero las bandas criminales no.
De manera que pedirle al presidente que garantice la libertad y el orden no tiene absolutamente nada de malo. Pero, súbitamente desempolvar el escudo nacional se volvió subversivo. Desde muchos sectores saltaron a decir que ‘libertad y orden’ son dos palabras que aseguran los planes de un golpe de Estado que se prepara contra el presidente Petro.
Y le añadieron la palabra “blando”, un “golpe de Estado blando”. ¿Eso qué diablos querrá decir?, ¿que los planes consisten en querer tumbar al presidente Petro con cariño y con ternura?, ¿o que lo quieren tumbar un poquito apenas, pero no mucho?, ¿o que lo quieren tumbar por horas y no por tiempo completo?, ¿o que simplemente lo están amenazando con tumbarlo y nada más?, ¿no tienen intenciones de llegar a ello?
Nadie sabe que es un “golpe de Estado blando”, pero muchos actores como el senador Humberto de la Calle y el politólogo León Valencia salieron a decírselo al presidente de frente: “Ese cese al fuego fue un error, una chambonada”, dijo incluso el doctor de la Calle; le faltó método y faltaron previamente reglas claras para negociar.
Hoy resulta que sí, claro, que las organizaciones ilegales le raparon al Gobierno la mano cuando este les ofreció que dejaría de disparar. Y se le quedaron con ella porque no cumplieron con su parte de hacer lo propio.
Pero, no nos equivoquemos: mientras el escudo nacional no se derogue, ‘libertad y orden’ no pueden ser, ni pueden interpretarse como palabras subversivas. Claro que, si el presidente quiere, su ministro de Hacienda aún está tiempo para meterle al proyecto del Plan de Desarrollo —lleno de facultades especiales para el presidente— el añadido de una facultad especial más para derogar el escudo nacional. De manera que en este país no se vuelva a hablar ni de libertad, ni se vuelva a hablar de orden.