Suena el segundo Tik Tak de hoy viernes 25 de noviembre en SEMANA y suena por los lados del término entrampamiento, al que muchos, comenzando por la vicepresidenta Francia Márquez, culpan de que produjo la existencia de las disidencias de las Farc.

El nuevo término usado por la vicepresidenta hace referencia, por ejemplo, a cuando las autoridades cogieron a un vivísimo sobrino de Iván Márquez, que ha aprovechado sus vínculos familiares para negociar con la plata de la implementación de la paz más los Marín, pero quien, en el colmo del descaro, empezó a planear el cierre de una venta de diez toneladas de coca al cartel de Sinaloa. Plan que se fraguó y se discutió en la casa de Jesús Santrich, mientras este le hacía dibujitos de homenaje al jefe de la gran estructura narcomexicana. A eso llaman entrampamiento.

A todo este episodio se le aplica este término que curiosamente no ha aparecido, por lo menos todavía, en el caso del hermano de la senadora Piedad Córdoba, Álvaro Córdoba Ruiz, quien se encuentra a horas de ser extraditado a Estados Unidos, por delitos relacionados con el tráfico de drogas. A lo máximo que ha llegado su defensa es a asegurar que la decisión de extraditarlo es eminentemente política, porque Córdoba Ruiz no es narcotraficante, sino que es el hermano de una senadora ideológicamente combativa y distinta. Por lo que el ingrediente político está presente en la extradición de su hermano.

Pero resulta imposible, aunque como les gustaría a algunos, sacar el argumento del entrampamiento en este caso, porque la evidencia apunta a que este extraditable participaba, con las propias disidencias de las Farc, en mover cocaína por el Pacífico en tres puntos claves: Tumaco, Cauca y Buenaventura. Pero, además, que traficaba drogas a Venezuela, México y Estados Unidos, país que por eso lo solicita en extradición.

Aliado con el jefe de una de las disidencias de las Farc, Gentil Duarte. Entonces posibilidades de inventar entrampamiento aquí no hay, porque la culpa de ello se la llevaría el presidente Petro. Y a ese señor no lo van a acusar de entrampamiento, que ya dio el visto bueno para la extradición y no les quedó otro camino a los de la defensa del señor Córdoba Ruiz que inventar que lo que hay aquí es esa persecución política.

Cosa que tampoco entendemos. Porque si Piedad Córdoba volvió al Congreso fue gracias a que Petro la metió en el paquete del Pacto Histórico y la puso allá. ¿De dónde acá es que no hay narco malo?

Escuche el primer Tik Tak de María Isabel Rueda

Tik Tak: Santos a Petro: ¿consejo o reclamo?

El expresidente Santos conmemoró los seis años de la firma de su acuerdo de paz con las Farc con un consejo al presidente Petro, que también podría interpretarse como un reclamo. No permita, le dijo, que la ‘paz total’ opaque la implementación de los acuerdos con las Farc. ¿Qué contendrá realmente este consejo-reclamo? ¿Habrá alguito de vanidad lastimada en el fondo? Escuche a María Isabel Rueda.

Suena el primer Tik Tak de hoy viernes 25 de noviembre en SEMANA y suena por los lados de los consejos del expresidente Juan Manuel Santos al presidente Gustavo Petro con motivo de que ayer se cumplieron seis años de la firma del acuerdo de paz con las Farc, porque según Santos, le han informado que el plan de desarrollo no se ocupa de la implementación del acuerdo con las Farc y le pide que la paz total no vaya a opacar dicha implementación, lo cual, pues suena más bien a un reclamo o a una advertencia.

Es que para el expresidente, oigan pues, el mejor plan de desarrollo y el mejor plan de gobierno de cualquier presidente en este momento es la implementación de la paz y para ello no se requiere de formas constitucionales ni legales, porque esa implementación ya tiene ese carácter constitucional y legal. Pero de pronto olvida el expresidente Santos que el plan de desarrollo se ocupa de todo un país, no se ocupa solamente de un sector que estuvo alzado en armas y cuya buena parte continúa alzado en armas.

De pronto, en el fondo del reclamo de Santos al gobierno Petro hay un poco de vanidad, porque la realidad, seis años después del acuerdo, es que siempre fue una exageración decir que en Colombia se había firmado la paz, cuando en realidad se había firmado un acuerdo de paz parcial con un grupo guerrillero que incluso luego implosionó en disidencias que siguen azotando el país con violencia y narcotráfico.

Pero eso no significa que la paz total que anuncia este gobierno no deje tampoco de despertar graves interrogantes, al punto de que ante el reclamo del expresidente Santos, el presidente del Senado, Roy Barreras, salió a responder que la paz total no incluye JEP para los narcos, sino solo una oportunidad de sometimiento de la justicia penal y ordinaria si garantizan desmontar sus estructuras completas. Y complementó Roy Barreras con la afirmación de que “no permitirán reciclaje de capos”.

¿Pero cuáles serán los beneficios que les ofrecerán a los delincuentes comunes por entregarse? Aún no sabemos. Puede que no haya JEP para capos, como dice el senador Roy, pero que la entrega no será gratis, sino llena de beneficios para la delincuencia, es un hecho. ¿Y cuántos serán y cómo serán estos beneficios? Solo lo sabremos en febrero cuando deba estar implementada una nueva ley con la que se tratará la delincuencia común de manera más benigna de lo que hoy exige la justicia ordinaria.

Pero como el presidente Petro sabe que el principal obstáculo de su paz total es el narcotráfico, que hace siempre más atractivo para un delincuente estar en el negocio que abandonarlo para pagar cárcel, así sea poquita, pues Petro viajó a México a plantearle a su homólogo, el presidente López Obrador, una gran cumbre de mandatarios para que puedan llegar a acordar un cambio de visión en la lucha contra las drogas.

¿En qué consistirá? No sabemos, pero sí son obvias dos cosas. La primera: que las fórmulas de Petro para recuperar la paz en el país están muy lejos, por ejemplo, de las del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien asegura que no es posible conseguir una paz firmando documenticos entre delincuentes y que la paz solo se logra con esfuerzo, con trabajo y con sudor de todos.

La segunda cosa que es obvia es que Petro va tras un liderazgo internacional, uno de cuyos pasos es empujar la reapertura de diálogos entre el presidente Maduro y la oposición precisamente en México. De manera que los seis años que se cumplen de la firma, no de la paz en Colombia, sino de un acuerdo de paz con el grupo guerrillero Farc, deja mucha reflexiones.