Suena el primer Tik Tak de hoy jueves 26 de enero en SEMANA, y suena por los lados del bloqueo como la principal herramienta de la protesta social, la más popular en Colombia y cada vez la más utilizada. Consiste en que si tenemos un reclamo justo o injusto, pero generalmente justo, bloqueamos una vía y que se soben todos los demás.
Hoy amanecemos con estas dos delicadas situaciones de bloqueo y con una amenaza extra en ciernes, los bloqueos se dan en la región de La Ana, donde 2.000 campesinos indignados porque el Gobierno les prometió que desde comienzos de enero habría maquinaria trabajando para resolver sus frecuentes inundaciones, y hasta ahora la promesa está en el aire, resolvieron bloquear la Ruta del Sol e interrumpir por esa vía la comunicación de la región Caribe con el centro del país.
El otro bloqueo se da en las vías de Santander, que ha hecho que algo que parecía imposible sucediera: que la casa de la mayor refinería del país, Barrancabermeja, se acostara anoche sin gasolina luego de cuatro días de bloqueos. Eso ha hecho que la refinería de Barranca baje su producción de 230.000 a 210.000 barriles diarios.
Y en cuanto a la amenaza, que esta vez no es de un bloqueo a una vía, sino de un bloqueo a la justicia, pues jueces y funcionarios judiciales amenazan con paro si no hay cambios en la reglamentación de la justicia virtual.
Es que, mediante una circular de la Judicatura, se les obliga a regresar a las audiencias presenciales y eso no les gustó porque opinan que las audiencias se han agilizado desde que por cuenta de la pandemia pues se presentó la posibilidad de hacerlas virtualmente.
Esa es la situación que se presenta en este momento en el país. Cuando no es un bloqueo por el invierno, como el gravísimo de la vía Panamericana, que tiene en un gran problema de desabastecimiento a Nariño, pues es un bloqueo causado por los propios habitantes que, en aras de que les resuelvan sus necesidades más urgentes, pues empeoran la situación como mecanismo de presión al Gobierno.
La pregunta es: ¿tirarse a los demás, producir desabastecimiento de combustible, de alimentos e impedir el tránsito por cruciales vías del país produciendo un gran daño a la economía puede considerarse protesta social legítima y pacífica por más justa que sea la queja?
Tik Tak: una película llamada Irene Vélez
Y sigue rodando. Ahora la ministra de Minas dice que el presidente Petro puede cambiar de opinión en un año, si aparecen nuevos datos, distintos de los que sustentan su decisión de parar la exploración y explotación petrolera en el país. También entrega inverosímil explicación de por qué su viceministra aparece firmando un documento que no conoció… Escuche a María Isabel Rueda.
A las 6:09 a. m. suena el segundo Tik Tak de hoy jueves 26 de enero en SEMANA y suena por los lados de la película llamada Irene Vélez.
Veníamos de que la ministra de Minas dijera en el Foro Económico Mundial en Suiza que en Colombia no habrá más contratos de exploración, luego aterrizó en Colombia y aseguró que ella nunca dijo eso y hoy amanece diciendo que, en un año, el presidente Petro podría revisar la decisión de no celebrar más contratos de exploración y explotación si surge información adicional que lo justifique.
Es decir, es cierto que están embarcando al país en esta decisión con base en unos datos que no se sabe si en un año serán los mismos en materia de reservas, o sea, que no son seguros. Y resulta que los efectos de los contratos, según las decisiones que se tomen hoy, tienen efectos graduales hacia el futuro.
De tal manera que si al presidente Petro, como advierte la ministra de Minas, le da por cambiar su posición en materia de política energética en un año, el daño ya puede estar hecho para cuando se pretenda remediarlo.
A eso se suma el cuestionado documento sobre las reservas disponibles para la transición energética de Colombia como país no productor de combustibles fósiles, que fue el que sirvió de base al gobierno para ordenar que no habrá nuevos contratos de exploración y explotación.
Comenzando porque el documento suma lo que existe con lo que no existe y todo lo computa como reservas, pero otra cosa muy grave es la inverosímil explicación de la ministra Irene Vélez de si la viceministra Belizza Ruiz no conocía el documento, por qué entonces aparece firmándolo.
Pues sobre que no lo conocía su jefa, la ministra Vélez asegura que sí lo conocía, porque el tema se comentaba en reuniones y su viceministra nunca dio una opinión en contra, pues no es lo mismo, ¿no?
Y sobre la firma, la ministra Irene asegura que no es que le hubieran falsificado la firma a la viceministra, no, sino que incluyeron su nombre y sus datos en el documento por protocolo. No obstante, que no participó en su elaboración y que como nunca dijo (nada), que quitaron su nombre de ahí. Mejor dicho, dejemos así.