Para María Isabel Rueda, lo que está sucediendo en Cuba es tan espontáneo como masivo. Miles salieron a las calles el domingo espontáneamente en cuarenta ciudades y pueblos de la isla, hartos de la crisis económica, agravada por la escasez de alimentos y medicinas, y el malestar crece cuando la pandemia del coronavirus registra su peor momento en el país.
Ahora que en Colombia se habla de que no se permite la protesta, María Isabel dice que vale la pena ver un verdadero régimen represivo como es el de los cubanos. Mientras tanto, hoteles boyantes invitan a los turistas a llenar los bolsillos del régimen. Y a ese drama hay que sumirle la pandemia. Las cifras de los muertos aún no se saben y la promesa de la vacuna espanta a muchos.
Su mecenas, Venezuela, vive su propia crisis política. Y como dato curioso, el lunes había una manifestación callejera. Los colombianos a favor del régimen y los cubanos en contra. “Las dictaduras engañan hasta a larga distancia”, dice Rueda.