A las 6:00 a. m. suena el primer Tik Tak de hoy jueves 25 de agosto en SEMANA y suena por los lados de las inquietudes que crea la propuesta del presidente Gustavo Petro de la no extradición de narcos, previas unas condiciones.

Lo primero que hay que decir es que no es claro cómo le cayó a la delegación de alto nivel de la Casa Blanca de Estados Unidos de visita en Colombia y a la que Petro le planteó su revolcón en materia de política sobre narcotráfico en el país.

De lo que se sabe ya vamos a hablar, pero el presidente advirtió también que hay otras propuestas, porque son cuatro en total, que por el momento se mantienen en reserva en espera de que los Estados Unidos las estudien.

En la comitiva, por ejemplo, no había ningún funcionario del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, aunque sí estuvo el señor Raúl Gupta, director de la oficina política de Control de Drogas de la Casa Blanca, para quien la reunión con el gobierno Petro fue muy fructífera.

Dijo en sus propias palabras y reconoció algo de cuyo alcance se seguirá hablando: que las políticas de Estados Unidos contra las drogas han marginado a algunas personas. ¿Eso qué querrá decir?

Por lo pronto, llaman la atención varias cosas de lo que sí se sabe de las propuestas de Petro. La primera es que todo el tiempo habla de negociar con los narcos, es decir, dentro de la propuesta de paz total se abre un capítulo de negociación con el narcotráfico, pero no sabemos qué tanto eso significa sometimiento a la justicia y a la ley. ¿Querrá decir que para ellos habrá también un tipo de justicia transicional, como para que todo sea negociable?

En el fondo, la propuesta del presidente Petro no es nueva, cuando en el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe se abrió la negociación con los paras, se creó la Ley de Justicia y Paz, que incluía cárcel para los que se sometieran a ella y en ese capítulo la extradición también se convirtió en una transacción.

En un comienzo, los paras no fueron extraditados, pero cuando se hizo evidente que don Berna y Mancuso y etcétera, etcétera, seguían delinquiendo desde la cárcel, fueron extraditados. Ahí, la avalancha de críticas se le vino encima al expresidente Uribe, incluso hubo quienes dijeron que estaba extraditando a los paras para callarlos.

Pues exactamente eso es lo mismo que ahora propone Petro con los narcos: que si negocian no los extraditan, pero si no, sí. Y si negocian, pero reinciden, también. Lo mismo de los paras con el gobierno Uribe.

Ahora, eso de que si no negocian, los extraditan, es bastante incierto, porque para eso tienen que estar presos y, para que estén presos, hay que cogerlos.

Pero si la propuesta de Petro es negociar, ¿cuál será el plazo que abrirá el Gobierno para que esa voluntad se manifieste? O sea, ¿los van a dejar de perseguir mientras dicen si negocian o no negocian?, ¿pero qué pasa si los cogen entre tanto?, ¿el plazo será de un mes, de un año, de tres, para que manifiesten su voluntad de negociar?

Razón tiene los Estados Unidos en estar inquietos, la negociación con los narcos que propone el gobierno Petro es aún muy vaga y no sabemos, si a corto o mediano plazo, incremente el narcotráfico en Colombia bajo el convencimiento: ”Qué caramba, si al final nos espera acogernos a una negociación, hagámosle”.