A las 7:51 a. m. suena el segundo Tik Tak de hoy lunes 13 de diciembre en SEMANA y suena por los lados de la pregunta: ¿Iván Márquez está o no está escondido en Cuba?
Las versiones indican que habría huido hacia la isla en vista -irónicamente- de la inseguridad, porque recordemos que fueron dados de baja sus principales lugartenientes Santrich, El Paisa y Romaña. Pero la razón y la lógica indican que esa versión es más improbable que probable.
A ver, para tener a los cabecillas del ELN en la isla, el Gobierno cubano sacó una disculpa, considerada válida por muchos sectores internacionales, con el argumento de que rotas las conversaciones con el ELN no se cumplieron los protocolos de ruptura que implicaban un periodo de gracia para que los negociadores volvieran al país.
Pero eso que es cierto contiene una mentirita, porque el Gobierno colombiano permitió que los negociadores se desplazaran a La Habana, pero alias Gabino -que no era negociador- no contaba con ese permiso y allá cayó, allá estuvo refugiado hasta que anunció su retiro, o mejor dicho su jubilación como guerrillero.
Con Iván Márquez no hay disculpa que valga; en cambio, tiene circular roja de Interpol y el Consejo de Seguridad de la ONU prohíbe precisamente a sus miembros esconder a terroristas. Por otro lado, los propios Estados Unidos ofrecen una recompensa de diez millones de dólares por la cabeza de Márquez y solo de la mano del presidente Biden; Cuba -que enfrenta grandes problemas de disenso interno- tiene que evitar que exista una justificación para seguir alimentando esa llama.
Que se sepa, no hay confirmación oficial de la presencia de Iván Márquez en Cuba y solo existe la versión del exvicepresidente y exembajador en Estados Unidos, Francisco Santos, recogiendo quizás alguna versión de la diáspora cubana en Miami.
Pero también hay que evaluar que diplomáticamente atravesamos por un mal momento con Cuba, precisamente por cuenta de la protección al ELN, pero sí sería un absurdo que Cuba proteja justamente a quien le dio la espalda al Acuerdo de Paz firmado en su propio territorio.
Nada, ni eso, es imposible, pero repito: si fuera por la cordura diplomática y el ajedrez de la geopolítica, Cuba no se metería en el líder de proteger escondido en su territorio a la cabeza de las llamadas disidencias de las Farc. Cuba se llenó de prestigio oficial de acuerdo y no parece razonable que ahora se meta en el ojo del huracán protegiendo a quienes lo rompieron.