Tras su desmovilización en 2016, una de las mayores críticas a la extinta guerrilla de las Farc ha sido el nombre que adoptaron para su transición a partido político. En septiembre de 2017, líderes de ese grupo eligieron las mismas siglas que como grupo ilegal usaron durante cinco décadas, cambiando su nombre a Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc). Tres años después de la criticada decisión, el principal líder de esa colectividad, Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko, considera que es hora de cambiar el nombre del partido.
Al ser objeto de críticas de miembros de su mismo grupo en los últimos días, Timochenko aceptó este domingo que el nombre de Farc da “un mensaje bastante complicado, que incluso genera distancias cuando va uno a hablar con la gente”. Así lo dijo a través de un video, en que explicó que “son realidades así no las queramos. Entiendo a compañeros que de buena fe sienten que el nombre es un legado histórico, una connotación sentimental, pero hay una realidad”. Por eso quiere pasar la página y dejar atrás “la carga histórica que conlleva el nombre”. Aun así, dijo que cambiar el nombre del partido pasa por la decisión de todos sus miembros, por lo que elevará la propuesta en la próxima asamblea.
“Por lo menos recogiendo una parte, ojalá fuera mayoritaria. No sé si así sea en la asamblea de la militancia del partido de la rosa, que yo incluso trato de llamarlo así. El nombre hay que cambiarlo, pero lo debe hacer la asamblea nacional”, explicó Londoño. El pronunciamiento de Timochenko se conoce luego de que, el pasado miércoles, varios desmovilizados pidieran su renuncia al mostrar su desacuerdo con su postura frente a la designación de Jorge Tovar, hijo del exparamilitar Jorge 40, en la coordinación de víctimas del Ministerio del Interior. Sobre ese punto, Londoño dijo en su momento que consideraba a Tovar "una persona que se ve comprometida con aportar a los procesos de paz y reconciliación”, lo que no cayó nada bien entre sus colegas exguerrilleros.