Para Óscar Iván Zuluaga tener a la Fiscalía respirándole en la nuca era un “infierno”. La primera vez que Daniel García Arizabaleta lo graba, el entonces candidato comienza contándole su viacrucis y le habla de frente del “desespero” que vive. El objetivo del excandidato del Centro Democrático al buscar al exdirector de Invías es claro: quiere organizar una defensa jurídica frente a lo que viene y, sobre todo, saber qué tiene la justicia en su contra. En este afán, termina contando todo lo que hizo.
García Arizabaleta, quien confesó haber recibido 350 millones de pesos de Odebrecht, decidió dejar prueba de todo lo que conversaron. Esos irrefutables audios le significaron a él un principio de oportunidad que suspendió las acciones penales en su contra por enriquecimiento ilícito. Mientras tanto, a Zuluaga lo tienen contra las cuerdas, llamado ya por la Fiscalía a una imputación en un proceso que cuenta con García Arizabaleta como su principal testigo en contra. Él era su hombre de confianza en la campaña y el enlace inicial con la corrupta multinacional brasileña.
Sin embargo, las conversaciones prueban que Zuluaga se apersonó de tramitar frente a Eleuberto Martorelli la suma de 1,6 millones de dólares que entregó Odebrecht a su campaña, en 2014. Con esos dineros se pagó parte de la asesoría del estratega brasilero Duda Mendonça.
Una de las conversaciones se da en un momento clave, cuando Zuluaga fue llamado por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Ahí, él decidió no hablar, pero sí llamar a García Arizabaleta para saber qué podía tener la justicia en su contra.
Lo primero que le dice es que está buscando a Duda Mendonça para que haga desde Brasil una declaración extrajudicial en la que salve de toda responsabilidad a la campaña. “A Duda no le interesa tener ese problema, ¿y a Duda en qué le afecta?”, le dice a García Arizabaleta. Agrega que está dispuesto a viajar a Brasil a hacer esa gestión. “Duda lo que tiene que hacer es enfrentar su problema en Brasil, pagar una parte en el exterior y pagar la multa, y la infracción fiscal. Y lo otro, él no tiene que comparecer, él no tiene ni siquiera la obligación de responder a la autoridad colombiana, ¿qué proceso le pueden hacer a Duda?”, agrega.
En esa línea, dice que se puede buscar también a Martorelli y a Luis Batista para que hagan una declaración similar. Pero antes de hacer esa vuelta, Zuluaga quiere saber qué hay sobre su campaña. Lo primero que dice es que sabe que hay dos recibos de los pagos que le hicieron a Duda en la campaña. “No sé qué documentos tengan de comunicación entre Batista y Odebrecht en la época de la campaña… los dos recibos de pago que le hicieron a Duda, del millón seiscientos mil, parece que le hicieron uno en abril, uno en mayo y otro en junio”, agrega. García Arizabaleta le contesta que él no tiene ninguna comunicación con ellos.
Más adelante, García Arizabaleta le plantea unas preguntas de lo que él dice pueden ser cabos sueltos. “Yo estaba en la pregunta de lo de Luis porque ese es un cabo… una persona que yo no sé si ha hablado o va a hablar. Dos, los registros de su edificio y el carro entrando varias veces en la noche. Tres, si el portero, los porteros dicen: no, él no venía solo, sino que venía con dos personas”.
Zuluaga le contesta que el edificio cambió la compañía de vigilancia y que él ya ha visto todos los videos. “No hay registro de nombre, ni de nada, ni carros, ni nada”, le dice a García Arizabaleta y le asegura que su nombre no aparece en ningún lado.
Luego va mucho más allá. El exdirector de Invías le pregunta: “¿Y los chats nuestros, esos los borró, los eliminó, todo?”. Y Zuluaga contesta sin dudar: “Ya, yo no tengo nada”. García Arizabaleta le dice que recuerde que allí él le hablaba en clave sobre “el amigo”, y Zuluaga enfatiza: “No hay nada, ni en la agenda de Amalia, no hay nada. Todo eso está borrado”.
Y agrega: “En la inspección que hice en la oficina en Colombia no hay nada, ahí no se encuentra nada. O sea, no hay documento de campaña, no hay correos, no hay chats… Yo no sé si usted se chateaba con ellos”.
García Arizabaleta le contesta que él se hablaba con ellos, en especial con Antonio (puede ser Luiz Antonio Bueno Junior o Luiz Antonio Mameri). Zuluaga se asusta y le pregunta que si se hablaban para cuadrar las reuniones, y él le contesta que sí, pero le repite que se refería a él como “el amigo”.
Zuluaga se siente en confianza hablando con él. Y le advierte que esas conversaciones no podrán darse más. “Daniel, no nos podemos ni ver ni hablar por obvias circunstancias”, pero eso sí, en una parte de la conversación le advierte: “Aquí hay que defenderse con toda la ferocidad”.
“La mía fue una campaña honorable”, marzo de 2017. “Yo jamás en mi vida pública he cometido un acto de corrupción”, septiembre de 2019. “No tengo ni idea de pagos entre Odebrecht y Duda”, enero de 2017.