Llegó la hora de las decisiones en el Equipo por Colombia, la coalición de la centroderecha para la Presidencia. En los últimos días se tenía contemplado resolver el ingreso del candidato Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático, en medio de fuertes tensiones internas sobre su conveniencia.

La decisión se postergó porque Enrique Peñalosa resultó contagiado de coronavirus, Juan Carlos Echeverry renunció a su aspiración y habrá encuentros durante el fin de semana.

Las gestiones para la llegada de Zuluaga son cada vez más grandes. El propio expresidente Álvaro Uribe se ha puesto a la tarea de convencer al Equipo por Colombia. Esa plataforma es la que más le conviene a Zuluaga y los espacios se agotan. El partido Mira, por ejemplo, ya llegó al Equipo por Colombia, y Colombia Justa Libres, el otro movimiento cristiano, podría tomar el mismo rumbo.

La ruta para Zuluaga no ha estado despejada: los precandidatos presidenciales Dilian Francisca Toro, Alejandro Char y Juan Carlos Echeverry manifestaron un desacuerdo con su arribo. Pero la sorpresiva renuncia de Echeverry a su precandidatura alteró las cuentas.

Hoy, Char, Peñalosa y Toro no ven con buenos ojos el ingreso de Zuluaga, mientras que Federico Gutiérrez, David Barguil y Aideé Lizarazo, del partido Mira, consideran lo contrario. ¿Cómo será el desempate? En el Equipo por Colombia hay voces que piensan que el ingreso de Zuluaga es prácticamente un hecho.

No resulta sencillo de explicar que la coalición de los partidos políticos más grandes en el Congreso haya invitado exclusivamente al partido Mira, y no al Centro Democrático o a Colombia Justa Libres. Lizarazo señala que “la coalición ganadora debe abrir las puertas a otras corrientes políticas”. Entonces, ¿se permitió la llegada del sector cristiano para favorecer la llegada del candidato uribista? La respuesta es incierta. “Con la llegada de Mira, es muy factible que Óscar Iván Zuluaga llegue a la coalición”, reconoció Echeverry.

El posible arribo de Zuluaga refuerza la coalición de centroderecha, afirmó el analista Ángel Beccassino. “Consolida ese frente porque evita la dispersión que significaba tener a Óscar Iván, por un lado, tratando de motivar el voto hacia su opción y, por el otro, esa consulta de centroderecha”, explicó.

No obstante, al candidato uribista lo pone en un escenario difícil, ya que los punteros en las encuestas en el Equipo por Colombia son Char y Gutiérrez. “La coalición le resta a la posibilidad de su candidatura”, dijo Beccassino.

Los cálculos del uribismo son otros. El senador José Obdulio Gaviria cree que Zuluaga tiene una gran opción de ganar la consulta del Equipo por Colombia, si se tiene en cuenta el respaldo del Centro Democrático, un partido disciplinado, con votos y aún en el poder. Zuluaga, igualmente, es un candidato conocido en varias regiones de Colombia. De hecho, en 2014, le ganó la primera vuelta a Juan Manuel Santos.

Ese potencial de Zuluaga, entre otras razones, incidió en los motivos de Echeverry para abandonar su precandidatura presidencial. “Uno quiere ganar y ser presidente, es mi cálculo político”, dijo Echevery.

Más allá de las cuentas de cada precandidato, Omar Yepes, presidente del Partido Conservador, ha venido insistiendo en la necesidad de llegar unidos a la primera vuelta y derrotar a la izquierda y al propio Rodolfo Hernández, que viene subiendo en las encuestas.

Él cree, como un sector importante del Equipo por Colombia, que la llegada del uribismo podría convertir a la coalición en la más votada el próximo 13 de marzo, con más de 8 millones de votos, incluso por encima del Pacto Histórico, que lidera Gustavo Petro.

Suma de votos

Si hipotéticamente se mantienen los votos de 2018, el Centro Democrático aportaría casi 3 millones, pese a que el uribismo ha perdido su fuerza. Por su parte, Cambio Radical agregaría 2 millones de votos, la misma cifra del Partido Conservador. La U, según los cálculos, podría poner un millón de votos. Y a ello hay que sumarle el caudal de los líderes cristianos y los votos de Peñalosa, Char y Gutiérrez.

No obstante, hay otros sectores que consideran que la llegada del uribismo a la coalición es un error político. Toro ha dicho que tiene una relación cordial y respetuosa con Álvaro Uribe y Zuluaga, pero teme que la esencia del Equipo por Colombia se diluya. El grupo nació como una coalición de la experiencia, de gobernantes regionales de Bogotá, Valle, Antioquia y la costa, y que están por encima de las diferencias entre Uribe y Petro.

Por eso, creen que la llegada de Zuluaga avivará la polarización. Ese es el mensaje en el que más insiste Toro. A ella, como a Peñalosa, quien podría quedarse con el aval de una candidatura única de La U, le preocupa cargar con el desgaste de Uribe, quien tiene la imagen más baja en los últimos 20 años.

“No respaldaré a ningún candidato presidencial que se alíe con el uribismo, de frente o camuflado. El péndulo se va a mover. Ignorarlo es profundamente irresponsable”, dijo el representante a la Cámara José Daniel López, de Cambio Radical.

Algunos estrategas del Equipo por Colombia estiman que, si Zuluaga no ingresa, la derecha y la centroderecha no se dividirán necesariamente. Será lógico que el voto uribista en la consulta del 13 de marzo se incline por esa coalición y no por la Centro Esperanza o el Pacto Histórico.

Por eso, el plan que proponen desde La U es que se examine el escenario antes de la primera vuelta presidencial y posterior a ella. Sin embargo, no es tan sencillo. Después de marzo, la idea es posicionar a los candidatos que resulten ganadores en las consultas y no habrá tiempo para pensar en más procesos internos.

Todo apunta a que Zuluaga aterrizará en el Equipo por Colombia. El exministro de Hacienda es visto como un candidato moderado, alejado de la extrema derecha, y cuenta con el respaldo del expresidente Uribe, quien, de hecho, ya empezó a hacer política como acostumbra: en las calles y de frente con el electorado.