El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, este miércoles en su residencia, y la responsabilidad de al menos 26 colombianos en el homicidio, no solo se convirtió en un asunto de vergüenza internacional, como han señalado algunos dirigentes del país, si no en un asunto político que aprovechó la izquierda radical para pasarle cuentas al Ejército, una de las instituciones hoy en el ojo del huracán, pese a que los capturados son exmilitares.

El senador de la Colombia Humana, Gustavo Petro, no ha sido la excepción a la hora de referirse al tema: “Todo indica que paramilitares colombianos fueron contratados para asesinar al presidente de Haití”, aseguró. “Exportadores de antidemocracia”, añadió.

Petro se pronunció tras observar un video de los detenidos publicado por el portal Análisis Urbano que, además, denunció que mercenarios en dicho país “también están siendo contratados para ir a Venezuela, Medio Oriente, entre otros. La punta del iceberg es el asesinato de Jovenel Moïse”, informaron.

“Se ha enseñado en la fuerza pública la letalidad pero sin corazón democrático. La única manera para que la capacidad letal de una fuerza no provoque genocidios es que tenga un corazón democrático. Desde hace décadas los gobiernos buscan quitarle el corazón democrático a la fuerza”, agregó el líder de la Colombia Humana. “Si han matado un presidente extranjero en su casa al lado de su esposa, imaginen lo que han hecho con el pueblo colombiano humilde, imaginen lo que han hecho con su juventud”, agregó Petro.

Más reacciones

El crimen del mandatario haitiano ha generado todo tipo de comentario y especulación en Colombia. El senador Gustavo Bolívar, lanzó una reflexión sobre la noche de este jueves: “Si son capaces de mandar 26 mercenarios a otro país a meterse a la casa de un presidente y matarlo, aquí se meten a la casa de Gustavo Petro, o a la mía cuando les de la gana. Yo de Petro permanecería fuera de Colombia”, aseguró.

Bolívar también se preguntó sobre la cifra de los responsables del homicidio: “¿En serio 26? Es la internacionalización de las Águilas Negras”, afirmó. Y no desaprovechó la oportunidad para anunciar que durante el gobierno del Pacto Histórico, el Ejército recuperará su prestigio y volverá a tener el respeto de todos los colombianos. “40 años de paramilitarismo, doctrina del enemigo interno, entrenamiento inhumano han llevado a muchos militares a perder el honor”, detalló.

La senadora Piedad Córdoba no quedó atrás a las críticas contra la fuerza pública. “Por cierto, ya que hablan de lo mal pagos que son los soldados y policías de Colombia, pues yo sí los invito a que se sumen al paro nacional”, dijo.

Mientras dirigentes del país lanzan afirmaciones de un lado y del otro, la justicia en Haití avanza en las investigaciones. Sobre la mañana de este viernes se conoció que la misión que tenían los responsables era arrestar al presidente Moïse y no matarlo. Es más, se dijo que durante el forcejeo con el mandatario pretendían que firmara su carta de renuncia a dos meses de finalizar su poder, pero ante su negativa, lo asesinaron.

Hasta el momento 15 colombianos han sido identificados, entre ellos, Alejandro Giraldo Zapata (01-04-1980);John Jairo Ramírez Gómez (17-05-1981); Víctor Albeiro Pinera Cardona (02-07-1981) y Manuel Antonio Groso Guarín, o Mauricio Groso Guarín (19-04-1980). Mientras que los otros dos detenidos son de origen norteamericano: Joseph Vincent (28-09-1965) y James Solages (19-08-1985), este último es quien ha dado todos los detalles del plan que tenían en contra del mandatario haitiano.

El juez investigador, Fidélito Dieudonné, precisó que cuatro colombianos llegaron a Haití el pasado 6 de junio, pero entrando por República Dominicana, y además precisó un detalle sobre la vestimenta de los implicados: “Todos tienen las mismas botas”.

El gobierno de Iván Duque no solo ha rechazado y condenado el homicidio al presidente de Haití. También ha mostrado toda la disposición para cooperar en la investigación que permita el esclarecimiento de este asesinato que tiene al Ejército colombiano ante los ojos del mundo.