Desde el 31 de octubre de 2010 la vida cambió para la familia Colmenares Escobar, y dio vida al denominado caso Colmenares, uno de los más emblemáticos en nuestro país, ya que no hay registro reciente de que haya ocurrido algo similar en las últimas décadas.
La muerte de Luis Andrés Colmenares no ha podido ser esclarecida después de 14 años, aunque su familia tiene una hipótesis clara: homicidio. No obstante, la justicia tiene otra tesis y los implicados dicen que son inocentes.
El caso de la muerte del joven que nació el 23 de mayo de 1990 en Villanueva, La Guajira, ocasionó dos tragedias: la pérdida de un hijo y hermano para Luis Alonso, Oneida y Jorge, y el rompimiento de una familia tradicional que con el paso de los años se quebró por esa tragedia.
En el videopodcast Sin Filtro, de SEMANA, Luis Alonso Colmenares contó detalles de lo que han sido estos 14 años de sufrimiento. Cómo han intentado sobrellevar la pérdida de su hijo, qué han hecho para intentar que todo se aclare y, sobre todo, lidiar con tantas acusaciones que se les han hecho sencillamente por defender la memoria de su hijo, sobre quien dice, no era una persona que tuviera comportamientos extraños como el de salir corriendo de un momento a otro para, supuestamente, hacerse daño.
Aunque muchos puedan creer que este caso es suficientemente documentado en Colombia, muchos jóvenes, que en el momento de la muerte eran niños, hasta ahora están empezando a conocer de fondo lo que ocurrió aquel domingo de 2010 durante la celebración del Halloween. Por esa razón, Luis Alonso hace un detallado recuento de lo ocurrido, pero sobre todo, se destapa y deja salir todos los sentimientos que ha tenido reprimidos durante más de una década.
“Todos los días de mi vida pienso en Luis, te lo juro, todos los días me levanto pensando en Luis y me acuesto pensando en Luis. Yo lo invoco, hablo con él, cuando estoy en cuestiones de necesidad de alguna situación, le hablo y le digo que me dé fuerza, que me ayude, que interceda por mí ante Dios, ya que él está más cerca que yo. Y que por favor le diga que me ayude a superar alguna circunstancia en la que esté mi familia o yo”, dice entre lágrimas.
Luis Alonso dice que siempre recrea situaciones para sentir la presencia de su hijo, se imagina cada año cómo siguió creciendo, sueña con que Luis Andrés conformó una familia y que, incluso, ya es abuelo. “Siempre me pongo en eso. Imagino su grado, que todos estamos muy contentos y que él siguió exitosa su vida, que ha sido muy reconocido y que anda por el mundo planteando cosas”.
Como es natural, el dolor de padre lo hace recrear esas situaciones y ve a un Luis Andrés con 34 años disfrutando de su juventud y con un hijo llamado Luis por que esa era la tradición familiar.
Por esa razón, recordó detalladamente el último momento que vivió con Luis Andrés, poco antes de viajar a Chile a un asunto de trabajo. Después de la muerte de su hijo comprendió por qué esa despedida fue diferente.
“No se me borra nunca de mi memoria, pareciera que hubiera quedado fijada allí como una fotografía. Yo siempre acudo a la capilla y esa vez entramos todos, pero fíjate que Luis se nos adelantó y él se sentó en la parte de adelante donde estaba el candelabro. Él se puso allá y en una actitud además que no era común, de contemplación, de oración, y eso lo tengo fijo en mi memoria. Cuando salimos, porque ya iba a ingresar a la sala, nos despedimos y nunca se me olvidará su último abrazo. Y yo lo he dicho: si hubiera sabido que era el último, no lo suelto”.
Como la familia Colmenares Escobar es católica, Luis Alonso cree que esas dos acciones que ocurrieron en el aeropuerto fueron una despedida. “Pues yo me imagino, en medio de mis convicciones y mi fe y todo, que ya él sí se estaba despidiendo de mí. Me extrañó que el abrazo hubiera sido tan fuerte”.
Cuenta que después de quince días de la muerte de su hijo, fue que empezó a recordar todo lo que había pasado en el aeropuerto y a comprender por qué ese abrazo fuerte.
Sobre la relación con Oneida, contó que la muerte de Luis Andrés los fue alejando por diferentes razones y que el matrimonio se descuido. Incluso, confesó que Jorge, en algunos momento, fue dejado de lado por las ocupaciones que tuvieron para intentar esclarecer la muerte de Luis Andrés: “Así se vivió esa situación. Él tenía que salir para su colegio y pues la mamá tenía que salir todos los días para la Fiscalía y yo tenía que salir a cumplir también con mis deberes para poder mantener mi casa, trabajar y tantas otras cosas”.
Además, confiesa que pasado el tiempo no se explica realmente qué fue lo que pasó con su familia, pero poco a poco se fueron alejando. La situación llegó a tal punto que un día fue a entrar a su casa y las guardas de las chapas fueron cambiadas.
“Pues yo la verdad que todavía no me lo explico. Debo decirte que busqué la manera de ocuparme la mayor cantidad del tiempo posible para concentrarme en cosas que de alguna manera me ayudaran como a sobrellevar precisamente todo ese dolor y toda esa tristeza. Me fui concentrando en todas esas cosas, comprometiéndome con las universidades, con los auditorios, con mi carrera. Y no sé, yo creo que en eso también, pues Oneida tuvo que haberse dado cuenta que pareciera que como que yo me estaba alejando. Algún día yo llegué a mi casa de clases y yo no pude entrar. Me fui para donde una hermana y ahí se acabó todo”, explicó Luis Colmenares.
En ese momento llamó a su hijo Jorge, que estaba en España, y le contó que la relación con su madre se había acabado. “Le dije: estate tranquilo que yo no voy a hacer nada que te vaya a causar a ti mortificaciones ni a tu mamá. Llámala más bien y dile que necesito al menos recoger mi ropa y mis libros”. En definitiva, cada uno se dedicó a sus ocupaciones y se olvidaron el uno al otro, otra tragedia adicional a la muerte de Luis Andrés.
Sobre los distintos relatos que se han hecho en series o documentales dice que no ha podido verlos porque no quiere mortificarse después de tantos años de dolor: “Yo he tomado la decisión de no afectarme con eso porque no me parece conveniente, sobre todo, porque no deja de afectarme así los hechos sean a favor o en contra. Desde un principio tomé la decisión de separarme de eso. Nunca en mi vida, desde que salió la serie, quise verla. Mi hijo Jorge fue el único que la vio completa y se molestó bastante”.
Reconoce que esos relatos han generado que muchos estudiantes de derecho lo busquen para reconstruir el caso para trabajos de la universidad, ya que cuando los hechos ocurrieron ellos estaban muy pequeños.
En la conversación de más de una hora, Luis Alonso contó detalles inéditos de todo lo que ha ocurrido en estos 14 años y lo que piensa de Laura Moreno y Jessi Quintero, quienes fueron involucradas en la muerte de Luis Andrés. Finalmente, dijo que ya se reconcilió con Dios porque en algún momento estuvo en rebeldía, porque no entendía por qué tuvo que vivir la muerte de su hijo en hechos que aún no se han esclarecido.